Historias de afroecuatorianos, en el cine

Jecson Preciado en un entrenamiento en la Isla Trinitaria, en ‘Siguiente round’. Captura del tráiler del documental

Jecson Preciado en un entrenamiento en la Isla Trinitaria, en ‘Siguiente round’. Captura del tráiler del documental

Jecson Preciado en un entrenamiento en la Isla Trinitaria, en ‘Siguiente round’. Captura del tráiler del documental

‘Estoy orgulloso de quien soy ahora; hubiera podido ser un fumón o un matón, un ladrón más de la calle porque mi barrio es bien dañado, pero ahora soy un campeón de boxeo y por eso le agradezco siempre al ‘profe”. Las palabras son de Allan Mina Castillo, de 15 años, llamado ‘El Tumbador’ en el ring, un guayaquileño orgulloso de sus raíces esmeraldeñas, quien desde el 2015 acumula 14 medallas en competiciones nacionales de boxeo, cinco de ellas de oro.

El barrio al que se refiere es la Isla Trinitaria, populoso sector del sur de Guayaquil y su profesor es el exboxeador afroecuatoriano Jecson ‘El Destructor’ Preciado. Mina nunca hubiera descubierto su habilidad para el deporte de no ser porque Preciado lo descubriera peleando con otro niño en la calle (Giorgi Sandoval) y los invitara a los dos a entrenar en una escuela de boxeo que abrió por esa época. Era un precario gimnasio en la cooperativa Mélida Toral, ubicado en un patio con piso de tierra y cerco de caña brava al borde del Estero Salado.

El documental, que terminó su etapa de posproducción gracias a un fondo de fomento del Instituto de Cine y Creación Audiovisual, cuenta la historia de cómo el Trinibox, ese precario semillero de boxeadores, se convirtió en el mayor productor de medallas nacionales de box para la provincia del Guayas.

La Gallera Producciones, la productora del documental, abrió una campaña de financiamiento colectivo para recaudar fondos de promoción y distribución, con el fin de que la película llegue a las salas de cine, a festivales, pero también a sectores populares y barrios periféricos a través de un ciclo barrial de exhibición gratuita.

La recaudación se realiza en la página web de la película, enlazada a la plataforma ecuatoriana de crowdfunding Catapultados. La meta es recaudar USD 10 000 en los dos meses que restan, para el cierre de la campaña, se plantea recompensas para los aportantes que ayuden al proyecto para que llegue a la pantalla grande.

El estreno del largometraje documental está previsto para marzo de 2018. El filme sintetiza 150 horas de videos y 26 000 fotos, un seguimiento de 28 meses, entre marzo de 2015 y junio de 2017.

“En tres años, el Trinibox ha alcanzado 47 medallas entre Campeonato Nacional, Juegos Nacionales y competencias locales. Se filmó la historia desde sus inicios hasta su punto cumbre, la participación de los boxeadores en los Juegos Nacionales de finales de 2016”, indicó Ernesto Yitux, el director de la película.

Yitux fue invitado al sector junto a otros documentalistas y fotógrafos en una campaña del Comité Permanente de Defensa de los Derechos Humanos en contra de los desalojos que se realizaron a inicios de 2015 al norte de la isla.

Se trata de “una historia de superación sobre un semillero de box que está cambiando vidas” y un proyecto fílmico que ha sido “catalizador de cosas positivas”, dijo.

Preciado indicó que en su escuela los boxeadores también se forman en valores. “Trabajamos para sacar a los niños y adolescentes de la droga, de la delincuencia y las pandillas. Empecé con seis niños, hoy son 67, muchos campeones nacionales, entre los 13 y 15 años”, dijo el entrenador, esmeraldeño de 47 años, con una carrera de 18 años como boxeador.

En una rueda de prensa en un gimnasio del norte de Guayaquil, pidió también ayuda con útiles de trabajo como guantes, cabezales, mascotas, vendas y cuerdas. “Mi objetivo es que después de siete u ocho meses de entrenamiento los niños vayan a Juegos Nacionales –dijo-, una medalla representa ingresos para ellos y sus familias y un impulso para seguir entrenando”.

Suplementos digitales