Imagen referencial. Los hombres con un abdomen voluminoso pueden lograr hasta 8 horas más de sexo que aquellos con un abdomen firme, según la investigación de la Universidad de Erciyes de Turquía. Foto Pixabay.
“Gorditos y bonitos”, pero también casanovas. Sí, esos tres adjetivos tienen mucha relación a la hora de ser un buen amante o de disfrutar una sexualidad plena. Bueno, quizás no te pondrían a la altura de un Christian Grey, pero si te darán toda la confianza para saber que las personas con barriga podrían rendir más en la cama, según la investigación desarrollada por la Universidad de Erciyes, en Turquía.
¡Alto ahí! Esto que no significa que ya puedes romper la dieta o comenzar a comer indiscriminadamente las gomitas dulces que tanto hacen agüita tu boca. No, no. Ciertamente, la investigación afirma que la grasa corporal puede aportar una serie de beneficios a nivel sexual, pero no dice nada acerca de aumentar, exageradamente, tu peso para emular las mejores épocas de un Rocco Siffredi.
Antes que nada, la salud es lo primero. Y, de hecho, la salud psicológica juega un papel muy importante, pues más allá de los beneficios de una barriga a lo Zach Galifianiakis si no existe un autoconcepto y un autoestima adecuados en la persona, por más ‘pancita’ a lo Señor Barriga que se posea, en el tema amatorio siempre podrías quedar en deuda.
Eso lo tiene claro la psicóloga Lorena Pillajo, de Fundación Equidad. Para ella, el rendimiento sexual tiene más matices mentales que físicos. Por ejemplo, si existe una sugestión ocasionada por cómo es nuestro cuerpo o, a su vez, una valoración negativa, ello podría impedir un acto sexual satisfactorio, independientemente de poseer una barriga voluminosa o no.
Lo cual es un contraste con la idea que mientras más duradera sea la relación sexual más placentera será. Precisamente, los investigadores de la Universidad de Erciyes demostraron que los hombres con un índice de masa corporal (IMC) más alto tenían relaciones sexuales más duraderas que aquellos con un IMC más bajo o que pesaban menos.
Por ejemplo, una de las conclusiones de la investigación decía que si un hombre tenía 100 relaciones sexuales al año, el que tuviera la barriga más voluminosa tendría un total de ocho horas más de sexo que aquel con un abdomen firme y tonificado.
Ahora, ¿cómo se logran esas ocho horas más de sexo? El estudio coloca su argumento diferencial entre personas con o sin abdomen voluminoso en una razón biológica. La grasa abdominal provoca la segregación extra de una hormona llamada extradiol que permite que el orgasmo masculino se retrase un poco más en las relaciones sexuales. A más producción de esta hormona, más duradera será la actividad sexual antes de llegar al clímax.
Pese a ello, no necesariamente esas 8 horas más de sexo te convierten en el ‘gurú del placer’, pero sí abren la posibilidad de aprovechar dicho tiempo para convencerse que no siempre el tener una ‘pancita’ es algo en contra.
A sus 34 años, David Nicolalde está convencido que el tema físico no lo es todo. Él cree que en la sexualidad un factor determinante es el carisma. Nicolalde ha mantenido una barriga en lo últimos años y cree que eso no ha afectado su desempeño sexual ni a favor ni en contra.
En todo caso, para Nicolalde la barriga jugaría un papel importante en el tema sexual si se la asocia al tema del sedentarismo. Evidentemente, existe una diferencia si posees un cuerpo voluminoso y se hace deporte a que si estás acostumbrado a no hacerlo. El desempeñó será mayor o menor, según los dos escenarios, agrega.
Pillajo concuerda con lo anterior y afirma que el sexo no tiene una dependencia absoluta con el físico de cada persona, pues de serlo así, se marcarían estereotipos que colocarían a unas personas como los únicos capaces de ser grandes amantes y a otros se les negaría rotundamente tal hecho.