Un estudio realizado por la Sociedad Americana de Química demostró que orinar en el mar no afecta el ecosistema. Foto: Flickr/ Simon Thomas.
Es verano y estás en la playa, te metes al mar y de repente te percatas que tomaste demasiada agua. Ya no aguantas más y necesitas evacuar la orina de tu organismo. El baño está demasiado lejos, la arena quema y no te queda más remedio que hacerlo en el agua. Pero mientras lo haces te sientes un poco culpable.
Un estudio realizado por la Sociedad Americana de Química elimina cualquier prejuicio sobre el hecho de que miccionar disimuladamente en la mitad de un baño playero sea malo para el ecosistema marítimo.
Para llegar a esa conclusión, se analizaron químicamente los componentes de la orina y se compararon con aquellos del agua salada del mar. El 95% de la orina humana es agua. Cada litro contiene 100 gr de iones de sodio y cloro. El agua del mar, por su lado, está hecha de un 96.5% de H2O y tiene una mayor concentración de los iones anteriormente mencionados. Además ambos líquidos contienen una pequeña cantidad de potasio.
Incluso si toda la humanidad orinara en el mar, la cantidad de residuo expelido no sobrepasaría los 60 litros por cada billón dentro de los 350 000 000 000 000 000 000 litros del mar y los océanos.
Por si fuera poco, la alta concentración de nitrógeno se combina con la molécula del agua para producir amonio, que sirve como alimento para las plantas marinas. Después de todo, no solo las personas evacúan bajo el agua, cada animal en el océano necesita hacerlo.
La Sociedad Americana de Química afirma que una ballena expulsa 250 litros de orina por día, con una cantidad de sodio y cloro 23 veces más alta que la del humano. Sin embargo, la Sociedad advierte que no se descarga el residuo en áreas protegidas como los arrecifes de corales donde el agua muchas veces está contenida.
Lo que sí llama la atención es que orinar en la piscina puede ser muy perjudicial para quienes se bañen en ella. Una investigación en la revista ACS Environmental Science and Technology, demuestra que el nitrógeno en la orina reacciona con el cloro de la piscina y produce cloruro de cianógeno; un químicoo tóxico que, de hecho, se lo ha utilizado en las guerras. Causa irritaciones en el sistema respiratorio, en la piel y en los ojos.
No hay motivos suficientes para mantener la vejiga llena mientras se está en el mar. Pero si lo bebes… la historia es otra…