Alrededor de los sismos se han generado mitos, muchos de ellos falsos. Foto: Archivo/EL COMERCIO
El 16 de abril de 2016, en Portoviejo Manabí, se sintió uno de los terremotos más fuertes que ha sufrido el país, con una magnitud de 7,8. Pedernales, Portoviejo, Bahía de Caráquez, Muisne, La Chorrera y más zonas quedaron devastadas.
La noche de ayer, 8 de agosto de 2016, Quito sintió un movimiento telúrico de 4,7 en la escala de Richter que, a diferencia de los otros temblores (que se sintieron como si nos moviéramos de un lado al otro), se sintió vertical, similar a una explosión. A partir de las réplicas del terremoto en Manabí surgieron mitos alrededor del tema de los sismos y terremotos, a continuación desmentiremos algunos de ellos.
Los animales pueden predecir terremotos
Desde el año 373 antes de Cristo, en Grecia se creía que los animales podían predecir los desastres naturales, sin embargo, a pesar de que se ha investigado el tema, no hay un respuesta que lo certifique.
Aún después de los estudios realizados, se cree que ciertos animales como pájaros, elefantes o perros en el caso del terremoto de Haití, que se precipitaron antes del movimiento telúrico, pueden predecir estos desastres. Según Stella de la Torre, Ph.D. en Zoología y decana de la facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad San Francisco de Quito, hay algunos animales que tienen una comunicación sísmica. Sienten las vibraciones que presenta una frecuencia por debajo del espacio audible de los humanos.
En este caso, las ondas que se sienten suelen llegar después del desastre, por lo tanto, tampoco existe una aclaración de que realmente puedan los animales ‘predecir’ estas ondas.
Predecir terremotos
Se conoce que es imposible predecir un terremoto, sin embargo, aún hay quienes creen que sí es factible. Aunque la ‘predicción’ de huracanes o lluvia es casi real, en los terremotos no lo son. Los institutos geofísicos como el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica del Ecuador en nuestro país que están encargados de monitorear estos fenómenos, poseen alarmas sísmicas ubicadas en las fallas tectónicas, no obstante, estos artefactos alertan de un temblor en el momento del hecho, más no antes, por lo tanto, no se predicen.
Despertar instantes antes de un temblor
‘Sensibilidad a los terremotos‘, así se llama la característica de las personas que creen poder predecir un terremoto, según un artículo del diario El Tiempo de España. Según este fenómeno, la sensibilidad ocurre al momento de dormir cuando el oído siente los ruidos subterráneos, lo que genera en las personas dolores de cabeza, zumbidos en el oído o ansiedad. Sin embargo, en otros casos no se deja de creer que es pura coincidencia.
Sequedad y calor como sinónimo de terremoto
No, el clima no influye en nada cuando existe un movimiento telúrico. Un terremoto puede ocurrir en frío o calor, en sequedad o humedad. La propuesta de Aristóteles que decía que los movimientos de la tierra se producían cuando los vientos calurosos que estaban atrapados en las cavernas salían a la superficie no es real, el filósofo se equivocó. Puedes sentir un terremoto en el calor sofocante de Miami, como en el frío del Cotopaxi.
Succionado por la tierra durante un terremoto
Películas como ‘2012’, ‘El día después de mañana’, ‘La falla de San Andres‘ o ‘La profecía’, han alimentado la imaginación de muchos creando así el miedo a ser ‘tragado’ por la tierra en un terremoto. Sin embargo, aunque sí es posible caerse en las grietas, no es verdad que te traga ya que estos cortes de la corteza terrestre se producen horizontalmente y no verticalmente.
Las nubes y la lluvia, otro sinónimo de terremoto
Popularmente se cree que cuando las nubes son iridiscentes, es decir, que presentan un arco iris o rayos de luz se aproxima un terremoto, pero no. Esas nubes son muy comunes por lo que el hecho de ver un arco iris no quiere decir que se aproxima uno de estos fenómenos.
En el caso de la lluvia, los temblores pueden producirse en cuevas debido a la presión del agua, sin embargo debe ser una tormenta realmente torrencial (de verdad, una cantidad enorme) para apenas producir un movimiento medible para el sismógrafo.
El primer temblor siempre es el más fuerte
Aunque la mayoría de veces hemos sentido que las réplicas son de menor magnitud que el evento principal, no siempre es así. Las réplicas no son independientes, la energía liberada por el primer movimiento continúa siendo parte de los siguientes ‘sacudones’. Es decir, la energía liberada puede ser igual o mayor en la réplicas que puede causar daños peores o similares.
Un terremoto equivale a varios temblores
Las magnitudes de los temblores se miden exponencialmente, por lo tanto, se necesitan 32 temblores de grado tres para poder igualar a un temblor de magnitud 4, mil para llegar a uno de 5 y así sucesivamente. Cada magnitud en escala de Richter representa 31,6 veces más energía liberada, por lo tanto varios temblores no equivalen al de un sismo de gran magnitud.
Relación entre terremotos de corta distancia
Cuando ocurrió el terremoto en Portoviejo, un día antes sucedió uno similar en Japón, por lo que se creía que ambos tenían conexión. En ese caso se explica que las réplicas del terremoto de Japón podrían sentirse en Ecuador, más no crear efectos similares ya que la corteza no es tan rígida como para transferir el movimiento. En conclusión, el terremoto de Ecuador no tuvo nada que ver con el de Japón.
En la mañana se sienten los mayores terremotos
No, así como con el clima, un terremoto no tiene conexión con los meses, los días, los años o las horas. En la mañana cuando estamos en silencio, se tiene la sensación de escuchar los movimientos de la tierra y por lo tanto creemos anteceder el terremoto, sin embargo, es solo eso una sensación.
Terremoto artificial
Estos se generan por la extracción de petróleo o por ensayos nucleares, sin embargo, estos solo se producen a las zonas más cercanas de donde se hacen estos trabajos. En otro caso, no existe la tecnología para llegar a las placas tectónicas, que son las que producen los terremotos, por lo tanto no se puede generar uno intencionalmente.
Ahora hay más terremotos que antes
Esto se debe a la tecnología, no no queremos decir que porque hay tecnología hay más terremotos. Con el Internet y los nuevos artefactos para la medición de estos fenómenos es posible tener un cálculo de cuántos y dónde hay, lo que antes no se podía del todo, es por eso que parece que antes había menos eventos tectónicos que ahora.
Megaterremotos
Los megaterremotos son los que superan la magnitud 8,1 y sí son posibles, pero hay que tener en cuenta que todo terremoto depende de su magnitud, su profundidad y su falla. Pero en el caso de la falla San Andrés, ubicada en el suroeste de Estados Unidos y que mide aproximadamente 1286 kilómetros, no podría alcanzar un sismo de magnitud 10, ya que la longitud es muy corta para cubrir un evento de esa magnitud.