Según estudios, realizados por la Universidad de Yale, mostraron que las personas que leen libros tienen un índice de vida más que las personas que no sienten gusto por la lectura.

Según estudios, realizados por la Universidad de Yale, mostraron que las personas que leen libros tienen un índice de vida más que las personas que no sienten gusto por la lectura.

Los libros también tienen la respuesta para vivir más

Según estudios, realizados por la Universidad de Yale, mostraron que las personas que leen libros tienen un índice de vida más que las personas que no sienten gusto por la lectura. Foto: www.pexels.com

El hábito de leer genera muchos beneficios para la salud a nivel mental, espiritual y social: se desarrolla una mejor respuesta cognitiva en el cerebro, mejora la memoria, se reduce el estrés, aumenta el vocabulario, la concentración, la capacidad de imaginación y hasta se previene el Alzheimer.

Sin embargo, no había evidencia concreta de que esta actividad pudiera efectivamente mantener alejada a la muerte, hasta ahora: la ciencia comprobó que un capítulo por día puede mejorar la calidad de vida al punto de reducir las chances de morir.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale, publicado en la revista Social Science & Medicine, concluyó que "los lectores asiduos de libros experimentaron una reducción del 20 por ciento en el riesgo de mortalidad durante los 12 años de seguimiento en comparación con quienes no eran lectores".

Los datos se obtuvieron a partir de una estudio longitudinal del panel científico del Health and Retirement Study patrocinado por el National Institute on Aging donde se evaluaron más de 3 mil sujetos, mayores de 50 años a quienes dividieron en tres grupos: los que no leen libros, los que leen hasta 3,5 horas a la semana y los que leen más de 3,5 horas a la semana. Así fue que se descubrió que los lectores de libros sobrevivieron hasta dos años más que quienes no mostraron interés alguno por la lectura.

Para analizar los datos se contabilizaron variables tales como el nivel de educación, ingresos y estados de salud de los participantes y se reveló que quienes leen libros más de 3,5 horas por semana son un 23 por ciento menos propensos a morir durante ese período y los que leen hasta 3,5, aproximadamente un promedio de media hora al día, tenían 17 por ciento menos de probabilidades.

En otras palabras, al igual que llevar una dieta saludable y hacer ejercicio, los libros parecen promover una "ventaja significativa en la supervivencia", según concluyeron los autores. Lo que todavía no pudo determinarse es exactamente el porqué o una relación causal entre los libros y la longevidad.

No obstante, la ciencia no ha hecho más que reforzar el efecto positivo de leer en las investigaciones más recientes. Otra investigación reciente liderada por científicos de la Universidad de Emory en Georgia, Estados Unidos, mostró que la lectura, especialmente de novelas, parece mejorar tanto la conectividad cerebral como la empatía.