El cabaret americano que floreció en la década de 1920, con mujeres envueltas en representaciones eróticas y glamorosas, inspira la propuesta de Burlesque, el nuevo bar de la modelo guayaquileña Karen Minda, una provocadora, quien ha forjado una “pequeña industria” alrededor del sexo y del erotismo.
El burlesque gira en torno a la habilidad de sacarse la ropa a través de “trucos” y en el bar lo hacen tanto mujeres como hombres. El plato fuerte es la propia Minda, que se saca una media velada en punta de pie, estira una pierna hacia atrás y la retira de un solo movimiento con la mano.
Contonea dos abanicos de plumas que al abrirse descubren su vibrante derrier. O lanza con el pie un calzón, que cae en la cabeza de un hombre del público. Los bailarines juegan con elementos como abanicos, hamacas, copas o directamente con un catre.
Largos 12 minutos transcurren desde que Minda comienza a quitarse el traje de seda y color encendido, el tocado, el corset, el calzón grande, el panty más pequeño, el sostén… Termina en hilo y en ‘toples’ (con tapapezones).
Es un juego de suspenso y tensión, con el humor y la picardía. “Juego con esa adrenalina y me le cargo por supuesto al más tímido, al que está más ansioso. Que siempre lo demuestra con la mirada”, dice la modelo, casada y con dos hijas (20 y 9 años), quien en 2006 desfiló desnuda por plena avenida 9 de Octubre para crear conciencia sobre educación sexual.
Burlesque está ubicado en la primera etapa de la Alborada, al norte de Guayaquil, sobre la avenida Agustín Freire, en un sector donde también está el bar cómico de La Vecina. Abre los viernes y sábados desde las 20:00 con un show cada 45 minutos. Minda sube al escenario a las 24:00.
Frente a la oferta de nightclubs para hombres, el sitio ofrece desde el “semidesnudo y la elegancia” una opción para parejas, para grupos de amigos de hombres y mujeres. La “vedette” comercializa disfraces eróticos, mantiene el espacio radial Hot Magazine en Canela y dirige desde hace 5 años KM Dance, una escuela en Sauces 8 (también al norte) donde les enseña a las “amas de casa” y a las “oficinistas” técnicas de seducción, además de subirle a algunas de ellas el autoestima, cuenta.
En la Academia imparten desde pole dance (baile del tubo) hasta una variedad de otros bailes eróticos, incluido el estríper.