Sí. Así como lo lees. Los hombres también se depilan y tienen sus lugares favoritos. De hecho, del 100% de personas que visitan un centro de depilado, el 20% corresponde al género masculino.
Marco Vintimilla, gerente de Depilarte Ecuador y Soraya Crespo de Depilec dan fe de esta cifra. Según ellos, ese porcentaje del hombres le huyen al vello porque lo consideran de mal gusto y antihigiénico.
Consciente de esa necesidad, un centro de depilación lanzó a inicios de ese febrero una campaña a través de las redes sociales para celebrar El Carnaval y el Día de San Valentín con el hashtag #vellosenextinción. La campaña tiene la aceptación de hombres y mujeres.
Los hombres que se cansaron de andar por la vida ‘peludos’ son igual de ‘valientes’ que las mujeres. No gritan, no fruncen el ceño, no recogen las piernas cuando las especialistas van a retirarles el vello… Soportan el dolor con tranquilidad, no hacen muecas.
Uno de esos ‘valientes’ es Edwin Gaona, instructor de Fitness. Él gusta de la depilación con cera porque deja su piel suavecita. Al inicio, confiesa, le dolió mucho. Pero ahora y con la práctica, casi no siente los ‘tirones’. El pasado jueves él se retiró el vello de las piernas. Confiesa que también se ha depilado las axilas como lo hicieron en su momento el exfutbolista, David Beckham, el nadador Michael Phelps y otros. Ganoa lo hace para poder lucir su cuerpo en la playa, dice.
El número de hombres que decide someterse a un proceso de depilación ha aumentado en locales de Quito. Foto: Patricio Terán/ AFULL.
Según Soraya Crespo, los fisicoculturistas son los únicos que se depilan todo el cuerpo, incluido el vello púbico, donde se debe tener mucho cuidado al momento de untar y retirar la cera para evitar quemaduras e irritaciones.
Crespo dice que los hombres prefieren depilarse la espalda, las axilas y las cejas, mientras que las mujeres optan por deshacerse del vello que crece en las axilas, las piernas y el bikini.
Aunque el porcentaje de hombres aún es mínimo si se compara con el de las mujeres, Crespo asegura que ese número va en aumento. “Cada vez son más los hombres que llegan por un depilado”. Ellos reservan un lugar en la agenda de esos centros de depilación sin ruborizarse, pues es una práctica cada vez más común.
Al igual que las mujeres, los hombres también hacen uso de las distintas maneras de retirar el vello que se encuentran disponibles en el mercado ecuatoriano. Depilarte, que tiene sede en Venezuela y cuenta actualmente con 10 establecimientos en Ecuador, ofrece depilación definitiva con un par de sesiones.
En tanto, Depilec se mantiene en lo tradicional. Se trabaja con cera de miel de abeja que se aplica sobre las partes del cuerpo que el cliente desee depilar. Sobre esta delgada capa se coloca una especie de tela a la que se adhieren los vellos y luego de un tirón se elimina el cabello corporal.
Otra técnica que ha tomado fuerza en el país es la fotodepilación -láser o Iuz pulsada –IPL. Con este método, la visita se debe realizar de forma mensual o cada 21 días. Después de las sesiones, se necesitan retoques semestrales o anuales.
La diferencia entre depilación con IPL y con láser radica en la forma en la que se aplica la luz. En la fotodepilación láser, la luz es unidireccional y monocromática, mientras que en la IPL el haz de luz es policromático y se mueve en diferentes direcciones, abarcando más piel en un solo ‘disparo’.