El color, olor, consistencia y frecuencia con la que realizas tu deposición puede indicar cuál es tu estado de salud. Foto:  Wikicommons.

El color, olor, consistencia y frecuencia con la que realizas tu deposición puede indicar cuál es tu estado de salud. Foto: Wikicommons.

Esto es lo que tus heces dicen de tu salud

El color, olor, consistencia y frecuencia con la que realizas tu deposición puede indicar cuál es tu estado de salud. Foto: Wikicommons.

Es hora de dejar a un lado la vergüenza y de regresar a ver al retrete antes de jalar la cadena. No es algo de mal gusto, al contrario, observar tus heces debería convertirse en una costumbre. Según los gastroenterólogos Manuel Echeverría y Lucrecia Capelo, la forma, el color y hasta el olor de nuestra deposición son síntomas importantes para diagnosticar enfermedades. Aunque no lo creas, dicen mucho de tu salud y de tus hábitos alimenticios.

La forma y consistencia

Los médicos utilizan un gráfico conocido como Escala de Bristol para determinar las posibles consistencias de las heces. Existen siete ‘tipos’ de excremento. Según la gastroenteróloga Lucrecia Capelo, las heces consideradas como "normales" se asemejan a una serpiente lisa y son fáciles de eliminar, comenta Echeverría.

En los extremos de la escala se encuentran la diarrea y el estreñimiento. Si tus heces vienen en forma de pequeñas bolitas y son dificultosas de evacuar, se conocen como 'heces caprinas', llamadas así por parecerse a la de las cabras. Estas son las heces tipo uno, y se las considera un caso de estreñimiento.

De acuerdo con el gastroenterólogo Echeverría, para evitar esta patología es recomendable consumir alimentos ricos en fibra y legumbres, así como hidratarse adecuadamente. Si se realiza actividad física, es importante ingerir los líquidos perdidos durante el deporte.

En cambio, si tus heces son líquidas o pastosas, se trata de un caso de diarrea. Una simple intoxicación por algo que comiste, intolerancia a la lactosa, enfermedades celíacas y hasta tumores pueden ser la causa de este tipo de deposición. Según la doctora Capelo, deberías empezar a preocuparte si esta dura más de dos semanas, pues allí se convierte en una diarrea crónica.

El color

Las heces marrones indican que tu salud anda muy bien. En cambio, si estas lucen pálidas o blanquecinas, puede ser que tengas una obstrucción en la vía biliar, según el doctor Echeverría. El pigmento biliar es el que hace que nuestras heces sean cafés. Se trata de una sustancia que reduce la bilirrubina en nuestro intestino.

Las heces verdosas, en cambio, son producidas por un intestino acelerado. El hígado es el que produce la bilis, que ayuda a la descomposición de las grasas. Cuando viaja por el intestino, unas enzimas convierten al pigmento biliar, originalmente verde, en marrón. Sin embargo, si digieres demasiado rápido, estas no tienen el tiempo suficiente de reaccionar y es por esto que tus heces salen de ese color.

¡Ojo! Si tu deposición es negra, debes acudir inmediatamente a un especialista. Según Echeverría, esta característica es una de las más comunes y al mismo tiempo más graves, pues quiere decir que el paciente está sangrando. El sangrado podría estar produciéndose en cualquier zona, desde la boca al recto. En algunos casos, puede tratarse de una úlcera en el estómago o de un tumor.

No te alarmes tan pronto, hay alimentos que suelen producir heces negras, como arándanos, remolacha o alimentos que contengan mucha sangre (como nuestro famoso yahuarlocro o la morcilla). Además, los medicamentos que contienen bismuto también podrían producir heces negras.

El excremento rojo también indica que existe sangrado, en este caso en la parte baja del cuerpo, específicamente en el intestino grueso o en el recto, según Echeverría. La sangre visible en las heces puede significar hemorroides, pólipos – unas protuberancias que aparecen en el intestino y pueden ser precancerosas – o una lesión fisural en la parte del recto.

El olor

Sabemos que el olor de la deposición no es nada agradable. Sin embargo, tampoco es normal que llegue a ser muy fétido. “A veces hay un exceso de flora bacteriana y eso puede estar provocando una especie de putrefacción, que da ese aroma”, explica Echeverría. Si este fuese el caso, se puede combatir con probióticos.

Cuando una persona ingiere proteína animal en exceso también podría tener heces muy olorosas. Asimismo, los olores fétidos pueden significar una infección intestinal.

La frecuencia:

De acuerdo con Capelo, un ritmo intestinal normal va de una a tres deposiciones al día. Echeverría comenta que, hasta pasando un día, podría seguir siendo saludable. Sin embargo, defecar con menor frecuencia también es un síntoma de estreñimiento. “A veces, las personas están dos, tres o hasta más de siete días sin hacer la deposición. Esto me puede dar características de un hipotiroidismo o de alteraciones a nivel del intestino”, comenta Echeverría.

Según Capelo, el estreñimiento puede aparecer en la niñez y estar ligado a procesos funcionales. “Si tú no tuviste la libertad de ir al baño, sino solamente en tu casa, donde te sientes cómoda, y vas a otro lugar y te aguantas el proceso defecatorio, eso puede dar lugar a un estreñimiento”, comenta.

Igualmente significativos son los cambios repentinos del ritmo intestinal. Según Capelo, si la diarrea y el estreñimiento se alternan, se trata del síndrome del intestino irritable. Este se caracteriza también por dolor abdominal. La mayoría de veces es causado por estrés.

Otras características:

En algunos casos, es posible notar restos del alimento en las heces, que no han sido debidamente digeridos. Una de las razones es la enfermedad de mala absorción. Esto significa que la digestión se produce tan rápido que el cuerpo no logra digerir los alimentos y extraer de ellos los nutrientes necesarios.

Sin embargo, según Echeverría, también podría ser el resultado de un mal hábito alimenticio. Debemos preguntarnos qué tan rápido estamos comiendo y si estamos masticando bien antes de tragar.

¿Flota o no flota? Esta característica también es muy importante, según Echeverría. Muchas veces, las heces que flotan y son brillantes lucen así porque son muy grasosas. Esto indica un problema en el funcionamiento del páncreas, encargado de absorber las grasas necesarias para el cuerpo.

La presencia de moco o pus se da en pacientes con colon irritable o por una alteración en el intestino grueso.

Podrás haberte dado cuenta de todo lo que pueden decir tus heces de tu salud. Para evitar problemas, los médicos recomiendan realizarse pruebas de heces como chequeo preventivo por lo menos una vez al año. Sin embargo, si el aspecto o el ritmo de tu deposición cambian, o si sientes dolor abdominal, es recomendable acudir al doctor.