Unos documentos desclasificados por el Ministerio de defensa francés prueban la relación de Coco Chanel con los nazis alemanes. Foto: Archivo EL COMERCIO
Un sombrero cloché (estilo flapper), collares de perlas y una boquilla larga se convirtieron en la imagen de la elegancia, encarnada por Coco Chanel. La genialidad de la parisina dejó en segundo plano un hecho que pudo haber acabado con su carrera.
Gabrielle Chanel –conocida como Coco-, admirada por haber roto con la parafernalia de la moda hasta esos días y por haber sido uno de los personajes en dar los primeros pasos en democratizar la moda, era homófoba, antisemita y adicta a la heroína.
Así de contradictoria era la personalidad de la modista. Se puede tratar de explicar su indiferencia hacia el resto de personas con el hecho de que fue abandonada en un orfanato. Sin embargo, su complejo carácter es todavía un misterio.
Lo cierto es que mientras subía la escala social, sumó a su lista de amigos personajes como Winston Churchill y el príncipe de Gales. También se convirtió en la amante del Duque de Westminster, conocido como Bendor. Su relación con el aristócrata abiertamente antisionista se extendió por una década, de acuerdo a una nota en el diario español ABC.
Durante la ocupación alemana de Francia, se convirtió en la amante del oficial de inteligencia alemana Hans Günther von Dincklage, a quien conoció en el Hotel Ritz, donde ambos se hospedaban.
Si bien su relación con los nazis fue algo sabido en Europa, la confirmación como agente para los alemanes se dio a conocer en los últimos cinco años, con la desclasificación de documentos por parte del Ministerio de Defensa francés.
Uno de los primeros golpes de la diseñadora fue cuando hizo uso de las Leyes de Arianización, con el objetivo de desplazar a sus socios judíos, los hermanos Wertheimer, de su imperio de perfumería. Sin embargo, los Wertheimer se adelantaron y pusieron la compañía a nombre del cristiano Félix Amiot. Al final de la guerra, el ingeniero francés devolvió la empresa.
Al parecer, según se indica en una reseña del libro ‘Sleeping With The Enemy’ publicada en el New York Times, la parisina estuvo involucrada en sólo una misión real. El autor del libro citado, Hal Vaughan, dice que Chanel fue asignada para enviar un mensaje de paz al estadista británico, Churchill, de parte de un segmento de nazis que querían separarse de Hitler.
El documental ‘la sombra de la duda’ confirma que Chanel colaboró con los nazis y se cuenta incluso que le asignaron un código para colaborar con la inteligencia alemana; F-7124.
Al terminar la guerra, Chanel fue arrestada, pero la modista fue liberada de los cargos, gracias a su amistad con Churchill.