‘En la vida todo es verdad y todo es mentira’ es obra de Calderón de la Barca estrenada el año 1659, cuando Francia y España preparaban la firma de la Paz de los Pirineos, que sellaba la frontera de los dos países, después de una guerra cruenta, entre monarcas absolutistas.
La obra nos presenta el drama de que ‘Focas’ sufre el tormento de haber encontrado a dos jóvenes salvajes, uno su hijo, y otro el del emperador Mauricio su enemigo al que había derrotado y usurpado el trono. ¿Cuál era su hijo y sucesor?, ¿cuál su enemigo potencial? ¿era preferible matar a ambos? ¿Debía prevalecer la razón de Estado o la legitimidad de los actos?
¿Qué atrás de la obra? El cuestionamiento al poder absoluto que siempre querrá justificarse en su “razón de Estado”, ante lo cual la legitimidad de los actos del poder es una ficción formal, realmente seudo legitimidad, sin principios y sin ética que la sustente.
Por décadas se ha condenado el bloqueo de los Estados Unidos de América a Cuba, por su régimen socialista –y debemos seguir condenándolo-, porque las decisiones políticas no deben estar por encima de la subsistencia y calidad de vida de los pueblos. Sin embargo, a más de la supuesta arenga del canciller Maduro a los comandantes militares de Paraguay y del proyecto de comunicado para que declaren que sólo reconocían a Lugo como presidente, Venezuela le cortó el suministro de petróleo a Paraguay. ¿Por qué malo el bloqueo yanqui contra Cuba y explicable el bloqueo energético venezolano a Paraguay?
¿Por qué malo el usual intervencionismo norteamericano en los países latinoamericanos? ¿Por qué bueno si el intervencionismo es de los países de la llamada Alianza Bolivariana?
El Gobierno ecuatoriano anuncia que solo permitirá a agencias de otros países y organizaciones no gubernamentales extranjeras colaboración que pase por el propio Gobierno. Febres Cordero en su Presidencia, 1984 – 1988, también quiso limitarlas y condicionarlas. Pinochet lo intentó en Chile. En el Ecuador y en América Latina, ILDIS, en parte financiada por el gobierno alemán –ahí trabajaron Alberto Acosta y Galo Chiriboga- colaboraron para desnudar el modelo neoliberal y la crisis de la deuda, sus causas y beneficiarios. Correa mismo tuvo auspicio de ILDIS. ¿Por qué ahora solo el Gobierno debe decidir los proyectos que se financiarían?
¿Por qué bueno proteger y exaltar a Julián Assange, confeso espía informático y reproductor de información diplomática y militar de los Estados Unidos, y censurar –en lo que yo coincido- que ese país haya accedido a informes de Inteligencia del Ecuador, a más que en la legislación penal está castigado el espionaje informático?
No hay ética en el poder que se ejerce sin los contrapesos que deben darse en democracia.