Nueva York, AFP
Malherida por la recesión, la Bolsa de Nueva York cayó en la primavera boreal a su nivel más bajo en 10 años, reflejo de una década frustrante para el mercado, recuperándose luego con una performance impresionante que los inversores esperan se prolongue en 2010.
“¿Estamos al comienzo de un nuevo ciclo alcista del mercado o se trata de un alza táctica dentro de la banda en la que evoluciona desde la primavera del año 2000?”, se interroga Jeffrey Saut, director de estrategia de inversiones en Raymond James Equities, al hacer el balance de 2009.
El año estuvo marcado por los extremos. El pesimismo de los tres primeros meses del año llevó los índices a sus niveles más bajos desde la primavera boreal de 1997 para el Dow Jones y el otoño de 1996 para el índice ampliado Standard and Poor’s 500.
“Todavía estábamos lejos de enfrentar las complicaciones provocadas por la quiebra del banco Lehman Brothers (en setiembre) y el apoyo del Estado a la aseguradora AIG y a los bancos”, recuerda Nicholas Colas, de ConvergEx. El mercado se inquietaba entonces sobre una eventual nacionalización de las instituciones financieras, que habían recibido una ayuda masiva del Estado para sobrevivir a la crisis.
Pero resultó que 2009 fue “el año en el que se evitó una segunda Gran Depresión”, subraya Colas.
La progresiva mejoría de los indicadores económicos permitió al mercado iniciar una impresionante recuperación: del orden del 60% para el S&P 500 entre su piso del 6 de marzo y fin de año.
Por su parte, el Dow Jones también registró un salto de 60% en relación a su piso de cierre y de 20% desde el 1º de enero. Finalmente el Nasdaq, avanzó 45%. El progresivo ascenso de los tres índices los llevó a sus niveles más altos del año en diciembre.
El sector bancario, que había precipitado la caída, se recuperó netamente: el indice dentro del S&P que lo representa se disparó 160% desde comienzos de marzo.
Pese a todo, el mercado continúa siendo una fuente de preocupación, concuerda analistas de Bank of America-Merrill Lynch.
“2009 ofrece un magro consuelo en una década de decepción”, subrayó David Bianco.
“Los inversores entraron confiados en la década con la certeza de que las acciones eran activos sólidos e incluso superiores para una inversión a largo plazo. Desafortunadamente, el sector de grandes capitalizaciones estadounidenses presentó importantes pérdidas”, constata el analista, “un acontecimiento raro en la historia de los mercados bursátiles mundiales”.
Hace 10 años, el 31 de diciembre de 1999, el Dow Jones se acercaba a los 11 500 puntos. El pico histórico de octubre de 2007, en 14 164,53 puntos, parece lejano. Según el Wall Street Journal, los años 2000, marcados por dos crisis bursátiles, representaron la peor performance de los mercados accionarios en casi 200 años.
2010, según BofA-ML, dará la oportunidad de “salir de la burbuja de pesimismo”: para los observadores del mercado, el impulso debería mantenerse durante la primera mitad del año próximo.
“Hay bastante optimismo sobre los resultados de las empresas y los flujos de tesorería, sin contar con que se reanudará el crecimiento en el primer semestre”, lo que podría llevar al mercado a sus niveles anteriores al derrumbe de Lehman Brothers, estima Nicholas Colas.
Para los analistas, la gran interrogante vendrá más tarde, de la pérdida “del sentimiento de euforia provocado por el dinero de la reactivación”, observó Jeffrey Saut.
“Por esta razón los operadores escrutarán cada reunión de la Reserva Federal estadounidense dedicada a las tasas el año próximo. Buscarán en ellas el mensaje, cualquiera sea el momento en que surja, de que la Fed aumentará sus tasas”, y ajustará las condiciones del crédito, reduciendo las fuentes de liquidez que irrigaron el mercado para sacar a la economía de la crisis, pronosticó Colas.