USA, W.P. y Emilio

Esta semana terminaron sonrientes los ecuatorianos que viven rogando a los santos que el Gran Jefe criollo se parezca lo menos posible a su amigazo el Coronel. La entrevista de Correa con el “roto” Valenzuela –mano derecha de la señora Clinton- fue “cordial” -aunque un poco rogada- según los chismosos de la prensa. El Presidente oyó con paciencia la lista de inquietudes del visitante y respondió con serenidad, sin usar ninguno de sus 170 adjetivos. El chileno-gringo, quien estuvo a punto de irse del Ecuador sin conocer al cumpleañero de Carondelet, puso hábilmente sus inquietudes sobre la mesa y las respuestas oficiales fueron francas y movidas Hablaron sobre Irán, la prensa, las relaciones comerciales. El premio, un libro de doña Hillary. Pocas horas después, en la Universidad de Illinois, el Jefe –con una medalla en el pecho- explicó con entusiasmo su revolución, pero no dejó de reconocer algunas virtudes del pueblo usamericano. Interesante. Sumando todo se marcó una semana de contrastes. Claro, porque en Caracas las palabras más suaves del coronelazo fueron; “yanquis estúpidos”.La “batalla de los 4 días” fue famosa en Quito. Ahora avanza hacia su culminación la “batalla de los 4…” aliancistas contra el fiscal W.P. Intensa, dura, con movidos shows. Con iras. Los 4 –Paola, Rossana, Paco y Virgilio– dicen que ya fueron 19 y 33 y ahora esperan sumar los 64 votos necesarios para bajar el moco al enemigo y enseñar al Ecuador lo que es un juicio político. Pero W.P. no es presa fácil ni mucho menos. Tiene verbo, recursos, un amigazo que no le falla. El jueves próximo termina esta historieta. ¿Quién ganara? Ras ras.

El Gran Jefe es el hincha número 1 de la jueza que mandó a la capacha a un lobo salvaje. Camilo Samán está indignado porque solo impuso tres años de prisión –y no cinco, ajo-al periodista Palacio. El señor Presidente politizó el caso Emilio y ahora tiene en las manos una papa caliente, dicen los chismosos de Vanguardia. Yo no lo hubiera enjuiciado. Solo respondido categóricamente, como merecían esas agresivas expresiones, sostiene el Vice. Otros dicen que sí hubo injurias pero solo aptas para una multa. Jugando con los 170 adjetivos, el serio doctor Kike Echeverría se vuelve irónico y habla de una sentencia estúpida y basura y de una jueza limitada, estriñida y lela. Palacio añade que el habitante de Carondelet es majadero y también politiza el caso pero promete que no se afiliará al partido “activistas políticos” de Vera ni formará binomios. Total: con este caso hay temas –sin cárcel- para más de tres años y con ecos internacionales.   La semana se complementó con 6 mil indígenas y 2 mil camaroneros disputando en la Asamblea por el agua y con el Corcho palanqueándose un Nobel criollo de la paz ofreciendo saciar la sed de todos con sus leyes. Caray.

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