Desde junio del 2016 se detectó un comportamiento anómalo en el volcán Cayambe, según el IG. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Olor a azufre y nuevas grietas en los glaciares del volcán Cayambe fueron detectadas en los últimos días por los andinistas que han subido a esta elevación, asentada en la región andina del país. Esa información está recogida en el informe especial No. 4 emitido por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica, emitido el 13 de diciembre del 2016.
Según este reporte, quienes han subido a la cumbre del Cayambe detallaron estas anomalías mientras que los instrumentos que miden cambios en la estructura de la montaña indicaron que existen deformaciones muy ligeras; es decir, existe un ensanchamiento del volcán, que ocurre cuando hay presencia de magma.
Desde junio del 2016, cuando se detectó un comportamiento anómalo en el volcán, se ha registrado un incremento en la cantidad de sismos, especialmente los llamados volcano-tectónicos (fracturamiento de roca por posible ascenso del magma) y los de largo período (movimiento de fluidos). Esos sismos son considerados anómalos, debido a su magnitud, pues sobrepasan los 3 grados; este comportamiento es evidente en las últimas semanas. De acuerdo con el Geofísico, esta “agitación” en el volcán tiene un probable origen magmático o hidrotermal (presencia de agua y vapor).
El pasado 8 de diciembre se registró un sismo de estas características ubicado entre 2 y 8 kilómetros bajo la cumbre, de 3 grados de magnitud.
Si continúa esta actividad, el Geofísico desarrolla dos posibles escenarios, aunque son poco probables; son escenarios para mediano plazo, que pudieran ocurrir en semanas o meses. El uno plantea que pudiera ocurrir una explosión calificada como freática y muy pequeña (similar a la del volcán Guagua Pichincha en 1981 o 1993), con emisiones de ceniza. Mientras que un segundo escenario, aún menos probable, se refiere a una erupción magmática pequeña.
Ante esta situación las autoridades locales del cantón Cayambe (en el norte de Pichincha) ya conformaron el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, que ya se ha reunido en varias ocasiones para evaluar los planes de contingencia.