Redacción Sierra Centro
En el volcamiento del bus de la cooperativa 10 de Noviembre, ocurrido la tarde del viernes, ocho personas murieron y ocho resultaron heridas.
La noche del viernes, un grupo de policías y de voluntarios de la Cruz Roja trasladó a los heridos y a los cadáveres desde el sector Monjas, en la vía Guaranda-Caluma, hasta el hospital Alfredo Noboa Montenegro, en Guaranda.
El policía Daniel Miranda, del destacamento del cantón Caluma, contó que recibió una llamada de aviso a las 18:00. “El carro salió a las 15:00 con destino a Caluma. En el trayecto dio paso a otro vehículo. Pero en el lugar donde se estacionó, la tierra no estaba estable y se desplomó”.
El bus de disco número 34 rodó más de 100 metros. El dueño del carro, Ángel Hurtado (62) y el chofer Ángel González (56) murieron en el accidente al igual que María Soledad Espín (52), María Aroca (40), Carmen Chérrez (35), Estela del Pilar Gavilanes (23) y Gladis Yánez (22) con su hija Doménica Camacho, de seis meses de edad. Todos serán enterrados hoy en Caluma, Guaranda y Babahoyo.
El director del hospital, Héctor Gavilanes, explicó que los heridos que fueron trasladados a los hospitales de Ambato, Riobamba y Quito. En la madrugada de ayer las ambulancias con los heridos circulaban por las maltrechas vías que unen a Guaranda con Ambato y Riobamba.
Dos vías conectan a Guaranda y Caluma. La Guaranda-Balsapamba-Caluma está en buen estado. La Guaranda-Monjas-Caluma que no tiene mantenimiento.
“Acá hay ofrecimientos de arreglar las carreteras, pero nadie hace ni dice nada”, dijo Miguel Vergara, familiar de Gladis Yánez, una de las fallecidas. Ella estudiaba en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo.
Junto a ella viajaba su hermano Wilson Yánez. Él está herido y fue trasladado al hospital Millenium de Ambato al igual Miguel Agualongo y Fricson Chérrez.
Jessenia Pachala, Jomayra Pachala, Magdalena Manshuy, José Baños y Argentina Barragán se recuperan en otras casas de salud.
El padre de Gladis, Wilson Yánez, también estuvo en el hospital. Corría de un lado a otro en busca de una sábana para cubrir los cuerpos de su hija y nieta.
Las autopsias se realizaron en la morgue del hospital. Los féretros se colocaron afuera. El cuerpo de la profesora Soledad Espín y de su hija Estela Gavilanes fueron trasladados a la 01:00 a Caluma.