Redacción Jóvenes
Las fiestas contagian de quiteñidad a varios chicos, pero hay otros que se inspiran con la capital todos los días del año. No necesitan esperar a que llegue diciembre para sentir a su Quito querido.
Más quiteñadas
Los recorridos de Quito Eterno duran alrededor de dos horas y media. Se visitan tres museos, se hacen juegos tradicionales, talleres y se ofrece un refrigerio.
La historia de Quito empieza desde la vida de Atahualpa.
Andrés Cadena hizo un cómic que habla del Quito prehispánico.
El Deportivo Quito quedó Campeón nacional en diciembre de 2008.
Vivamos las fiestas en Paz es organizada por la Red de Consejos Estudiantiles. Participan 120 instituciones con el apoyo del Municipio.
Luciendo los colores azul y rojo, Juan Sebastián Cevallos se viste de orgullo quiteño, no solo por la ciudad en la cual vive, también por apoyar a su equipo preferido: el Deportivo Quito.
Para él, ser quiteño es sentir una pasión, una locura que no tiene explicación. Los colores y el nombre de su ciudad son los mismos de su equipo. “El Quito no tiene comparación”, aclara. “Aunque no pueda ofrecer campeonatos y copas, nos acostumbramos cada vez más a la victoria”.
Un verdadero quiteño no se rinde fácilmente, dice, “por eso nunca he pensado en dejar a mi equipo de fútbol”.
Pero ese no es el único equipo representativo de la ciudad. Andrés Cadena siente la misma pasión por la Liga de Quito. Aunque sus colores no son los de la bandera de la ciudad, sus ideas sobre lo que fue Quito antes de que lleguen los españoles están en sus dibujos.
Andrés hizo una historieta sobre Atahualpa y tiene otras historias que se desarrollan en Quito.”Es fácil distinguir a un quiteño, no importa donde esté, siempre tienen un son especial”, dice.
Pese a que todo en esta época se llena de algarabía, hay chicos que quieren un Quito diferente, que celebre sin alcohol. Desde hace nueve años, la campaña Vivamos las Fiestas en Paz trabaja en este tema cada diciembre.
Emilia Jácome dice que quiere una ciudad en la que se tomen decisiones responsables y que no haya más muertos. “Una ciudad es bella por su cultura y por su amor a lo que tiene”.
Es, precisamente, ese cariño lo que mueve a María Isabel Ruiz, de Quito Eterno. Desde hace cinco años ella se transforma en Manuela Sáenz para enseñar más sobre la historia quiteña a los niños y turistas. “Siempre he vivido en el Centro y es con lo que más me identifico, me gusta mostrar la magia de la historia”.
Ma. Isabel camina a diario por las calles del Centro Histórico. A través del teatro cuenta un pasaje diferente de la vida de Manuelita en la ciudad.
Como ella, otros jóvenes quiteños disfrutan y viven a Quito con su trabajo, sus ideas, su alma de hincha, su talento… Ellos celebran a su ciudad todos los días del año.