Viuda de Nelson Serrano lo recuerda a una semana de su partida

Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, recuerda a su fallecido esposo, asambleísta Nelson Serrano. Foto: Evelyn Jácome/ El Comercio

Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, recuerda a su fallecido esposo, asambleísta Nelson Serrano. Foto: Evelyn Jácome/ El Comercio

Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, recuerda a su fallecido esposo, asambleísta Nelson Serrano. Foto: Evelyn Jácome/ El Comercio

La escena está intacta: al día siguiente de que Rafael Correa dejara el Ministerio de Economía, en agosto del 2005, el fallecido Nelson Serrano y su esposa Marcela Costales fueron a visitarlo a su hogar, un edificio cercano a La Concepción, en el norte de la capital.

Correa los recibió amable y sonriente. A él le ofreció un café, a ella un chocolate negro suizo. Serrano fue al grano: “el país necesita un cambio, un líder distinto para romper las estructuras partidistas. Yo veo en tí a ese líder”.

El 30 de diciembre, en el funeral de Serrano, el hoy presidente Correa recordó ese momento y se solidarizó con Marcela, viceprefecta de Pichincha. Este martes 5 de enero del 2016 se cumple una semana desde que murió Serrano, asambleísta de Alianza País. Su viuda, Marcela Costales, sentada en su oficina en el piso 20 del edificio del Consejo Provincial, lo recuerda.

El asambleísta Serrano falleció el 29 de diciembre del 2015, tras luchar contra el cáncer de próstata. Costales cuenta que él nació en Sigsig, Azuay, en 1933. Murió a los 82 años. Obtuvo una licenciatura en la Facultad de Filosofía y Letras en Cuenca. Y un doctorado en Jurisprudencia. Además en Canadá e Israel se especializó en cooperativimos agrario.

Nelson amaba la naturaleza; la agricultura fue parte fundamental de su vida. A sus 32 años se trasladó a Riobamba, en donde fue minero. Allí compartió con monseñor Leonidas Proaño. Nelson conoció a Marcela cuando él cumplió 54 años y ella tenía 32, pero la diferencia de edad nunca fue un problema.

Una vez casados viajaron a Nicaragua, donde llevó a cabo varios proyectos sociales y fue asesor de autoridades. Regresaron al país en 1998. Tienen una hija, Sol Elvira, de 32 años. Vive en Nicaragua y les dio dos nietos.

En el 2006 empezó a formar el movimiento Alianza País, fue uno de los fundadores y director cantonal. Para su viuda, entre los principales legados de Serrano está la creación del Código Orgánico de Desarrollo Agropecuario, que en 45 días irá a primer debate.

Hace un año y medio, Serrano fue intervenido por problemas en la cadera; los doctores no detectaron el cáncer de próstata. Sin embargo, seis meses atrás le informaron que tenía metástasis total.

“Todos los días me decía ‘yo voy a vivir.”, pero el 28 de diciembre perdió la conciencia y el 29 falleció. A pesar de su enfermedad nunca dejó su curul. Asistió a la Asamblea el jueves anterior a su muerte, cuando se desarrolló el debate de la Ley de Tierras.

La Viceprefecta de Pichincha está asombrada por la cantidad de condolencias que ha recibido en esta semana. Cuando el féretro llegó a la Asamblea, la primera persona en acercarse fue Lourdes Tibán, legisladora de Pachakutik, quien le dijo que Serrano siempre fue un caballero, que pese a que pensaba distinto, jamás la agredió.

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