Un vistoso pesebre de cuatro siglos luce intacto

Redacción Cultura 

 En el centro de un pequeño retablo, bañado en pan de oro y adornado por ángeles, están  las figuras de San  José y la Virgen María. Llevan coloridos trajes brillantes y hasta sombreros. Junto a ellos se encuentra el Niño Dios, desnudo, acurrucado y dormido sobre su brazo derecho.

La entrada es gratuita

El pesebre   se expone en la sala temporal del Museo Nacional del  Banco Central, que está ubicado en las avenidas Patria y 6 de Diciembre. 

El público podrá  visitar la muestra de martes a viernes, desde las 09:00 hasta las 16:00, ininterrumpidamente y el sábado y domingo, desde las  10:00 hasta las 15:00.

La entrada al  pesebre y la   exposición no tiene costo, al igual que al Museo Nacional del Banco Central. 

No habrá atención  al público    el jueves   1 de enero de 2010. Los lunes se realiza mantenimiento y limpieza  a las piezas que se encuentran en exposición.Las dos primeras figuras son obra de Bernardo de Legarda, mientras que el niño es de autor anónimo. Las tres imágenes que datan del siglo XVIII forman parte de ‘La Natividad del Señor’. Así se denomina el pesebre que presenta el Banco Central (BCE) en estas festividades.

La exposición va acompañada de decenas de cuadros de la Sagrada Familia, de la Virgen María y esculturas del Niño Jesús.

Según Johnny Hidalgo, curador de Arte Colonial, las imágenes son parte de la Escuela Quiteña. “Cada año, el BCE presenta su pesebre navideño.
Ahora quisimos hacer algo distinto: darle un realce a la maternidad de la Virgen María y a la unión familiar. Esta muestra se compone de 248 obras”.

En la exposición –añade Hidalgo- la mayoría de las piezas no se conoce su autor.  “Hubo una producción abundante en el siglo XVIII debido a la conformación de gremios y cofradías. En esos talleres trabajaban muchísimas personas y las obras pasaban de mano en mano”.

El pesebre, que se asienta sobre una brillante tela dorada, también tiene figuras del siglo XVII, que son parte de la reserva  del Banco Central.

Algunas piezas  por primera vez se exponen al público, entre ellas se encuentran  dos ángeles, que llevan un mensaje colgado  con una cinta, en la cual se inscribe: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres”.

Según Estelina Quinatoa, directora del Departamento Cultural (Regional Quito) del Banco Central,   este fondo histórico y cultural tiene alrededor de 5 000 piezas.

“Un museo debe tener colecciones, que sean material para las exposiciones temporales, caso contrario si fuesen  obras fijas se expondrían como en una galería de arte. La gran mayoría del arte colonial está relacionado con la religión católica”.

En el año hay dos eventos religiosos, en los cuales se muestran las obras de la Escuela Quiteña:  Navidad y Semana Santa.

Además del pesebre también se incluyen óleos sobre tela, cobre, vidrio y hojalata. Así constan varios como ‘El Niño Dios’, ‘La Virgen de la leche’, ‘Adoración de los Reyes Magos y huida a Egipto’, ‘La Sagrada familia’, ‘La Virgen con el Niño’, etc.

Alexandra Kennedy, experta en historia del arte, cuenta que la Escuela Quiteña fue excepcionalmente buena, junto con las escuelas de Lima y del Cusco de aquella época.

 “En cuanto a esculturas de madera, la Escuela Quiteña fue la mejor de Sudamérica. Son un gran legado de la escultura colonial en todo el mundo. Fue considerada y reconocida por su belleza; los escultores quiteños eran estupendos talladores”.

El público podrá admirar este legado   artístico hasta el domingo 10 de enero de 2010.

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