Santiago Zeas, corresponsal en Bogotá
¿Qué tan cerca está un conflicto armado entre Colombia y Venezuela?
Depende de dos aspectos. En primer lugar: ¿En verdad Chávez está informado de lo que en realidad ocurre en Venezuela? En el tipo de liderazgo que él ejerce fácilmente se cae en un aislacionismo de la realidad. Es decir, que solo recibe la información que su círculo cercano le proporciona. Si en verdad Chávez conoce qué pasa en su país, con los altos índices de inseguridad, los racionamientos y la escasez, podemos deducir que su llamado a la guerra es un artificio político para llamar a la unidad nacional. Entonces sería otro de los llamados de Chávez con un interés político interno.
Hoja de Vida
José Marulanda.
Coronel retirado del Ejército colombiano. Es consultor internacional en temas de seguridad, defensa y antiterrorismo.
También es abogado, tiene una maestría en ciencias políticas y una licenciatura en filosofía e historia.
¿Entonces no hay que tomarlo muy en serio?
En ese caso no, aunque puede existir un segundo aspecto.
¿Cuál?
Que Chávez no esté enterado de la real magnitud de que lo pasa en Venezuela. Puede suceder que él esté convencido de que Venezuela es el país ideal y que, aunque hay dificultades, marcha por la senda correcta. Puede pensar que él es el gran líder y que su país apoya su proyecto bolivariano de la Gran Colombia. Ahí sí tenemos un problema real, porque puede creer que sus tropas van a salir a someter a todos los países hasta el Perú.
¿En ese caso sí hay el riesgo de un conflicto?
Ahí estamos frente a una persona ausente de la realidad política mundial y regional, que está dispuesto a lanzar una aventura bélica.
¿Un escenario de guerra convencional?
En la actualidad Venezuela no cuenta con la capacidad material ni moral de realizar una operación militar en los términos clásicos de la guerra. No tiene ni los tanques ni la disponibilidad de los aviones Sukhoi, que aún están estacionados en Puerto La Cruz, al otro lado de Colombia. Si decolaran en una misión de ataque serían inmediatamente detectados por radares estadounidenses en Aruba, que compartirían información con Colombia.
¿Quiere decir que no está operativo el armamento que Chávez ha comprado por USD 16 000 millones desde 1999?
El armamento no ha llegado de forma íntegra. Han llegado los Sukhoi y los helicópteros, pero solo una parte de los fusiles y no los tanques. Por eso en este momento es imposible que pueda adelantar una operación militar.
¿Pero más adelante?
En seis meses o un año toda la inversión de armamento de Venezuela estará efectivizada sobre el terreno.
Si una guerra convencional está descartada en este momento, ¿puede existir otro escenario de conflicto?
Lo que sí puede existir es un rifirrafe en la frontera con fuerzas irregulares. A lo largo de la frontera hay los círculos bolivarianos, el frente bolivariano de liberación, así como organizaciones irregulares como las FARC, el ELN y paramilitares, se puede dar un desborde de la violencia que deje muertos de ambos lados de la frontera. Las organizaciones bolivarianas son gente altamente ideologizada, regularmente equipada, pobremente entrenada y no dirigida. Entonces fácilmente puede convertirse en una fuerza de choque civil que genere un problema fronterizo de marca mayor.
En este contexto, ¿una misión de verificación internacional puede ayudar como lo dice Colombia?
Una tercería es una buena opción para observar qué pasa en la frontera. Pero la relación se está deteriorando mucho y Chávez no cesa en el escalamiento verbal, que fácilmente puede encontrar eco en sus seguidores.
Lea mañana la entrevista completa en la sección Mundo, de la edición impresa.