Los efectos de la transición de la temporada lluviosa a la seca son cada vez más evidentes. En los espacios abiertos de la ciudad, las personas se quejan sobre el frío a pesar de que hay presencia de sol.
En el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) se informó que esta condición se produce por el cambio en la dirección de los vientos. Durante las últimas semanas, las masas de aire provenían del noreste y este de la cuenca amazónica, pero desde hace dos días estos vienen del oeste (son oceánicos).
Esto implica que los vientos sean más fuertes, porque a diferencia de los anteriores no vienen cargados de nubosidad. Lincoln Cevallos, técnico del Inamhi, mencionó que los vientos oceánicos se caracterizan por ser fríos, secos y fuertes.
En la superficie terrestre estos alcanzan una velocidad de 8 a 10 metros por segundo. Esta cifra es casi el doble de lo que se registraba en la temporada lluviosa (de 3 a 5 metros por segundo).
Aparte de la dirección de los vientos, la poca nubosidad infiere también en las temperaturas. Cevallos explicó que cuando el cielo está despejado no se puede retener el calor. En esta época las temperaturas oscilan entre los 10 grados centígrados, la mínima, y 22 la máxima. La entidad prevé que estas condiciones se mantengan hasta el viernes.
En los valles los vientos son más fuertes. La ubicación geográfica (rodeado de montañas) y sin edificaciones altas hace que el aire circule con más fuerza. Sin embargo, en el Inamhi se informó que estos aún no han generado contratiempos en la terminal aérea en Tababela. Los torbellinos que alteran los horarios de los vuelos, según Cevallos, se producen en agosto.