El defensor de los inmigrantes Ravi Ragbir, arrestado el jueves pasado (11 de enero del 2018) y trasladado a Miami para ser deportado, obtuvo un pequeño triunfo legal y será trasladado a Nueva York mientras la justicia analiza su caso.
Tras protestas que dejaron 18 personas arrestada en Nueva York, incluidos dos concejales, durante la detención de Ragbir, “agentes federales de inmigración acordaron regresarlo al área de Nueva York, donde permanecerá detenido mientras aguarda el desenlace de su caso legal”, dijo en un comunicado la Coalición Nuevo Santuario, dirigida hace años por Ragbir y que ha defendido a cientos de inmigrantes en Nueva York.
Enseguida tras su arresto, la abogada de Ragbir, Alina Das, pidió y obtuvo un aplazamiento temporario de su deportación a Trinidad y Tobago, así como una audiencia el 29 de enero para analizar su arresto.
En una audiencia celebrada el martes, la juez urgió al gobierno a transferir a Ragbir de Miami al área de Nueva York para que pueda estar cerca de su abogada y su familia, lo cual fue inusualmente aceptado por las autoridades.
Se desconoce si Ragbir ya está en la región de Nueva York. Su abogada y la Coalición Nuevo Santuario no respondieron de forma inmediata las consultas de la AFP .
En una columna de opinión publicada este jueves en el diario New York Times y titulada “La policía de migración arrestó a mi esposo por ser un activista en favor de los inmigrantes”, la esposa de Ragbir, la abogada de inmigración estadounidense Amy Gottlieb, relató su pesadilla.
“Mi mayor miedo es que sea devuelto a Trinidad, donde no ha vivido por más de 25 años”, dijo Gottlieb.
La abogada asegura que la policía migratoria tiene como blanco a activistas que defienden a los inmigrantes pero que por no ser ciudadanos estadounidenses no están totalmente a salvo de una deportación.
Cita por ejemplo a Jean Montrevil, codirector de la coalición que dirige Ragbir, deportado a Haití la semana pasada; a Eliseo Jurado, un líder inmigrante de Colorado arrestado el mismo día que su esposo; y a Maru Mora-Villalpando, que debe comparecer ante una corte migratoria en Seattle.
Ragbir, que contaba con una “green card” o permiso de residencia que ha sido anulado por el gobierno, contó a la AFP hace unos meses que hace años vive con “terror” a ser deportado.
Condenado por cometer en 2001 un delito de fraude bancario cuando trabajaba en una empresa de hipotecas, pasó tres años en prisión domiciliaria y dos en una cárcel federal.
Tras ser liberado, estuvo dos años más detenido a la espera de ser deportado, pero se salvó gracias a varios aplazamientos, el último de los cuales vencía este año.