Redacción Negocios
La decisión del Gobierno de restringir las importaciones de refrigeradoras que no cumplan con ciertos estándares de ahorro de energía es tomada con cautela en el mercado.
El ministro de Electricidad, Alecksey Mosquera, dijo que solo se permitirá la importación de los artefactos eficientes. Además, aprobó, con el carácter de urgente, una norma de eficiencia energética para refrigeradoras.
Según Mosquera, esta norma obedece a que estos electrodomésticos son los que más energía consumen en el sector residencial, con un 38% de la demanda. Por ello, se establecieron siete rangos de calidad, de la A a la G
(A es la más eficiente).
Las refrigeradoras más eficientes se ubicarán en los dos primeros puestos (A y B). Eso quiere decir que su diseño y sus piezas son más eficientes, por tanto concentran mejor el frío y evitan un consumo innecesario de energía.
Mosquera informó que desde esta semana ya no se permitirá la importación de artefactos que no sean A y B. Según datos oficiales, anualmente se comercializan cerca de 350 000 refrigeradoras en el país. De estas, 40 000 son de fabricación nacional y, según Mosquera, prácticamente todas son de categoría A y B.
El impacto de la medida todavía se analiza en el sector. Jaime Seminario, gerente de las marcas Mabe, Durex y General Electric (que se importan de México, Colombia y EE.UU.), señala que la norma se ha trabajado desde hace algunos meses y su análisis contó con gente del sector, por lo que no los tomó por sorpresa.
“No nos tendría que afectar mucho y en lo referente a que no cumplamos con la banda energética tendríamos que hacer algunos ajustes. De haber impacto, este se sumaría a la imposición de salvaguardias y aranceles que sufrió el sector en enero pasado”.
Andrés Mata, de la Asociación de Almacenes de Electrodomésticos, señala que la afectación será mínima en el sector, pues los productos importados ya cumplen con normas internacionales.
En los almacenes, en cambio, la noticia es tomada con distancia. En Almacenes Japón, los ejecutivos no quisieron dar declaraciones. Tanto Gabriela Córdova, del Departamento de Comunicación, como Esteban Robalino, gerente comercial, se excusaron de emitir cualquier comentario.
En Créditos Económicos, en cambio, aunque sí se obtuvo el punto de vista de uno de sus ejecutivos, se pidió la reserva de su nombre. “El mayor golpe, en realidad, ha sido el de los cupos que rigen desde enero, por la aplicación de las salvaguardias”.
Según el representante de Créditos Económicos, la firma vende un 80% de refrigeradoras de alto ahorro de energía. “Las empresas mismas se imponen esos estándares de calidad, para competir. Algo que nos preocupa es que la industria local aún no está lista para cubrir el hueco que dejará la nueva medida del Gobierno ”.
Y eso es corroborado por Felipe Carrasco, de Indurama, quien no cree que sea conveniente cerrar de la noche a la mañana las importaciones. “A veces aparece como una gran oportunidad de las empresas nacionales, pero muchas veces hay retaliaciones de los países vecinos. Deben seguirse los plazos adecuados y notificarse a la Organización Mundial de Comercio para que los fabricantes extranjeros tengan un plazo para hacer los ajustes”.
La diferencia entre un refrigerador tipo A y uno D significa una reducción de un 30% anual en las planillas. Mosquera dijo que en un mes los clientes verán los adhesivos en cada aparato, para identificar la calidad.