La venta de los medios incautados

El anuncio oficial acerca del destino que tendrán los canales de televisión incautados debe concretarse en el menor  tiempo, pues una de las promesas del Régimen cuando asumió el control de esos medios, en julio de 2008, fue que en seis meses se haría el proceso de venta para recuperar el dinero de los clientes perjudicados por los ex propietarios del Filanbanco.

Sin embargo, es importante precisar que los medios incautados no son solamente esas dos estaciones, sino al menos una veintena de canales y radiodifusoras que también eran parte de la poderosa red informativa que controlaban los hermanos Roberto y William Isaías.

También es oportuno recordar que existen otras empresas en la misma situación, por ejemplo diario El Telégrafo, que era de propiedad de Fernando Aspiazu, junto con dos radios del mismo ex dueño del Banco del Progreso. Sobre estos medios nada ha dicho el anuncio oficial, aunque lo coherente sería que el Gobierno haga con ellos lo mismo que planifica para los otros.

El proceso de venta se haría de manera prioritaria a los trabajadores de esas empresas, pero esa no sería una decisión coherente con las proclamas que maneja el Régimen respecto de la “democratización de la comunicación”, pues una democratización real tendría que abrir la posibilidad de que todos los ciudadanos accedan a la propiedad de esos medios.

Además, si no se maneja con transparencia el proyecto de prestar dinero a los trabajadores por medio de la Corporación Financiera Nacional para que puedan comprar acciones, es probable que ese mecanismo sea una manera de incidir en líneas editoriales y contenidos, con lo cual el país no habrá avanzado en la necesidad de contar con medios públicos independientes de los gobiernos de turno.

Suplementos digitales