El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, informó este domingo 23 de agosto que las autoridades detuvieron a ocho personas acusadas de formar parte de grupos paramilitares y deportaron además a varios colombianos, mientras continúa el cierre de los pasos fronterizos.
En el segundo día de una operación de seguridad en la frontera con Colombia, Arreaza encabezó un grupo de funcionarios que viajó desde Caracas para supervisar las operaciones en el estado de Táchira. Allí el gobierno declaró el cierre de la frontera por tiempo indefinido y decretó el Estado de excepción en cinco municipios fronterizos con Colombia.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, advirtió que mantendrá cerrados los pasos fronterizos hasta tanto no se restablezcan la normalidad, la paz y la legalidad en la zona.
En Bogotá el gobierno colombiano pidió que se respeten los derechos humanos de las personas que han sido deportadas en las operaciones de seguridad puestas en marcha tras un ataque atribuido a grupos paramilitares y contrabandistas que dejaron tres soldados heridos. Arreaza dijo que las autoridades han realizado “deportaciones de ciudadanos colombianos” que se encontraban sin documentos, aunque no dio una cifra precisa.
Ya el sábado, los responsables militares informaron la deportación de 185 personas que no tenían documentos. “Han sido capturados ocho paramilitares comprobados, se han realizado deportaciones de ciudadanos colombianos que estaban ilegales en el país y se están haciendo las investigaciones pertinentes”, declaró Arreaza a la televisión oficial.
El funcionario estuvo con una comisión que inspeccionó las operaciones en una zona llamada “La Invasión”, en San Antonio de Táchira, a unos 500 metros de la frontera.
Las autoridades dijeron que en el lugar desmantelaron un centro de paramilitarismo y prostitución.
En Táchira fueron desplegados más de 1 500 efectivos militares y policiales en persecución de los autores del ataque contra los tres soldados venezolanos ocurrido el miércoles.
En el operativo de hoy fueron incautadas sustancias para fabricar explosivos, ropa militar, armas y dinero, según Arreaza.
“Para nosotros no hay oposición, no hay gobierno, no hay imperio que impida que se tomen las acciones necesarias para liberar a este pueblo.
El paramilitarismo colombiano no va a poder tomar espacio venezolano, esté o no de acuerdo la derecha venezolana”, aseveró.
El gobierno dijo que en el Estado de excepción se suspenderán varias garantías constitucionales en Táchira, pero aseguró que se respetarán los derechos humanos de los pobladores.
Maduro dijo que la frontera permanecerá cerrara hasta nuevo aviso y destacó la reunión que sostendrá el miércoles su canciller Delcy Rodríguez con su par colombiana María Ángela Holguín para buscar soluciones al problema fronterizo. El gobierno de Colombia dijo en un comunicado que rechazaba el cierre de los pasos fronterizos al considerar que genera un problema social de gran dimensión.
Además, instó a las autoridades venezolanas a respetar la integridad y los derechos de los colombianos que sean objeto de detenciones.