Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Foto: EFE
Los países que forman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) cerraron filas este martes 10 de marzo en defensa del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ante las sanciones de Estados Unidos, que consideró que la situación en Venezuela es una “amenaza para la seguridad nacional del país”.
El gobierno de Cuba apoyó en una declaración oficial a Maduro y también lo hizo el ex presidente Fidel Castro, quien felicitó al mandatario venezolano por su reacción. “Nadie tiene derecho a intervenir en los asuntos internos de un Estado soberano ni a declararlo, sin fundamento alguno, como amenaza a su seguridad nacional”, afirma el gobierno cubano en un texto difundido por la cancillería.
Por su parte, Fidel Castro felicitó a Maduro por su “brillante y valiente discurso” de este lunes desde el Palacio de Miraflores en Caracas. “Tus palabras pasarán a la historia como prueba de que la Humanidad puede y debe conocer la verdad”, señaló Castro en un artículo publicado por el periódico oficial “Granma”.
Maduro rechazó fuertemente las sanciones contra siete funcionarios y de hecho nombró a uno de ellos ministro del Interior, y aseguró que la medida surgió de la “desesperación e impotencia” de Estados Unidos por no entender “la realidad de la Venezuela revolucionaria, socialista y chavista”.
La Habana consideró que la decisión tomada por Barack Obama es una “represalia por las medidas adoptadas en defensa de su soberanía frente a los actos injerencistas de autoridades gubernamentales y del Congreso estadounidense”.
La nota oficial del gobierno de Raúl Castro significa el primer desencuentro público entre Cuba y Estados Unidos desde que ambos países anunciasen el pasado 17 de diciembre el restablecimiento las relaciones diplomáticas, rotas durante más de medio siglo.
Entre las reacciones de crítica a las sanciones, el mandatario de Ecuador y presidente temporal de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Rafael Correa, calificó de “grotesca” la orden ejecutiva emitida por Estados Unidos y la consideró “un claro intento de desestabilización” del país sudamericano.
“Orden Ejecutiva de Obama: Grotesca. Sólo faltó que ‘sancione’ a los votantes. Claro y absolutamente ilegal intento de desestabilización”, escribió Correa en su cuenta en la red social Twitter. Correa afirmó que la decisión de Washington es “una broma de mal gusto que nos recuerda las horas más oscuras de nuestra América, cuando recibíamos invasiones y dictaduras impuestas por el imperialismo”.
“Expresamos nuestro profundo rechazo e indignación ante la inaceptable declaratoria de corte imperial” del presidente Obama, en una “brutal e inédita embestida” contra el gobierno constitucional venezolano, señaló el presidente Daniel Ortega en un documento leído en la televisión estatal por la vocera oficial, Rosario Murillo.
En el texto difundido, Ortega también condenó “la soberbia e irrespeto” de Washington contra los países latinoamericanos, así como su “voraz afán de control y dominio de nuestras riquezas”.
Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales expresó plena solidaridad con su colega venezolano ante lo que llamó una nueva agresión de la administración de Obama, que oculta la “amenaza de invadir Venezuela”.
El mandatario boliviano recordó que en la crisis política de 2008 que sacudió a su gobierno hubo activa participación de Unasur en defensa del sistema democrático en Bolivia, por lo que pidió una reunión de urgencia de este organismo.
Sin embargo, la cancillería boliviana no precisó fecha ni sede de la reunión de emergencia de los países miembros de la asociación. ALBA reúne a países latinoamericanos cercanos ideológicamente, (Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador), además de naciones caribeñas (Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Santa Lucia, Granada y San Cristóbal y Nieves), mientras que Haití es invitado permanente.
El bloque nació el 14 de diciembre de 2004 en La Habana en parte como respuesta expresa al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que planteaba el presidente estadounidense George W. Bush. “Hemos venido a Mar del Plata a enterrar el ALCA”, afirmó Chávez durante la Cumbre de las Américas de 2005 en la ciudad argentina de Mar de Plata.
Fiel al simbolismo revolucionario, la fecha de su fundación quería recordar el primer encuentro diez años atrás (en 1994) en La Habana de Fidel Castro y Hugo Chávez, entonces un joven aspirante a líder político en su país que había sido excarcelado poco antes tras un intento de golpe de Estado.
Durante una década, los países del ALBA se han beneficiado de programas sociales, entre ellos las misiones médicas cubanas y los programas de alfabetización. También disfrutan de convenios que les aseguran el suministro de crudo venezolano en condiciones de pago ventajosas.