Venezuela repudia informe de ONU que le acusa de violar derechos humanos

Manifestantes opositores bloquean una calle en rechazo a las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente la tarde del domingo 30 de julio de 2017, en la Plaza Altamira de Caracas (Venezuela). Foto: EFE

Manifestantes opositores bloquean una calle en rechazo a las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente la tarde del domingo 30 de julio de 2017, en la Plaza Altamira de Caracas (Venezuela). Foto: EFE

El Gobierno de Nicolás Maduro sostiene que la violencia registrada en estos últimos cuatro meses, con más de 120 muertes, es responsabilidad de los dirigentes opositores "en la organización, promoción y financiamiento de actos violentos". Foto: EFE

El Gobierno de Venezuela repudió hoy, 10 de agosto de 2017, el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en la que acusa a las autoridades de maltrato sistemático y generalizado a miles de manifestantes y detenciones arbitrarias en los últimos meses.

A través de un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano se sostiene que con este informe se incurre "de manera consciente en la mentira, en señalamientos infundados, tendenciosos y la difusión de falsos supuestos sobre la realidad venezolana".

La Oficina del Alto Comisionado está siendo instrumentada "con fines políticos" para agredir al país caribeño, "una penosa costumbre durante los últimos tiempos", añadió.

"La utilización de falsas noticias difundidas por inescrupulosos medios de comunicación, sin comprobación alguna, y el uso del doble rasero en materia de DDHH., nuevamente expresan una posición parcializada, vergonzosa y violatoria de la soberanía de Venezuela y del Derecho Internacional", indicó Caracas.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos presentó un informe preliminar del que se desprende que desde que la ola de manifestaciones comenzó en el mes de abril, el Gobierno ha aplicado un "patrón evidente" de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes opositores.

La Cancillería venezolana calificó de "repudiable" que la Oficina del Alto Comisionado insista en "engañar abiertamente a la comunidad internacional acerca de los sucesos de violencia perpetrados por un sector de la oposición venezolana desde abril del presente año".

Critica, asimismo que en esa dependencia de las Naciones Unidas supuestamente se ha hecho "caso omiso de la abundante, esclarecedora y fidedigna documentación que el Estado venezolano" le ha suministrado.

El Gobierno de Nicolás Maduro sostiene que la violencia registrada en estos últimos cuatro meses, con más de 120 muertes, es responsabilidad de los dirigentes opositores "en la organización, promoción y financiamiento de actos violentos".

Señala como "más grave aún" que la Oficina del Alto Comisionado "no exprese ninguna solidaridad con las víctimas de esta estrategia política violenta y criminal, cuyo único fin es derrocar al Gobierno".

"Las espurias conclusiones del auto denominado "equipo de expertos de la ONU" avaladas por el Alto Comisionado han lesionado seriamente la probidad, la imparcialidad, la equidad, la honradez y la buena fe que debe privar en las actuaciones de dicha Oficina", indicó.

Venezuela afirmó su "absoluto desconocimiento" de este documento y asegura que iniciará "las gestiones diplomáticas a que hubiere lugar para denunciar esta nueva agresión" contra Venezuela.

Durante la ola de protesta antigubernamentales que se iniciaron el 1 de abril en Venezuela, los cuerpos de seguridad han sido señalados por la responsabilidad de un buen número del total de muertes registradas, de agresiones físicas y robos a los manifestantes durante la contención de las protestas.

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