Están casi en cada esquina y son los protagonistas de un polémico debate entre el control de las ventas ambulantes y el derecho al trabajo. Este fin de semana el Municipio realizó un censo a los vendedores de jugo de naranja en el Distrito Metropolitano de Quito y se contabilizó 430 puestos dedicados a este negocio.
Los últimos meses, la venta de jugo de naranja embotellado se incrementó en la capital. Estudios que señalan que un 32% de las bebidas no es apto para el consumo humano, una supuesta mafia detrás del negocio y la necesidad de las personas de encontrar un oficio para mantener a su familia en esta época de crisis pusieron el tema en debate, sobre todo en redes sociales.
La mañana de hoy, lunes 9 de mayo del 2016, Mauricio Rodas, alcalde de Quito, dijo estar comprometido a apoyar el emprendimiento, la innovación y aquellas actividades que brinden empleo a la gente. Señaló que el viernes pasado se organizó una reunión con múltiples dependencias municipales para arrancar con un proceso de diálogo a través de mesas de trabajo con los productores de jugos de naranja.
La primera acción que se resolvió fue la realización del censo. Ahora que se conoce el número de vendedores, los 430 productores de jugo que serán parte de las mesas de trabajo que arrancan la tarde de hoy.
El objetivo es brindarles herramientas de capacitación que hagan posible mejorar la manera en la que llevan a cabo la actividad y hacerlo ordenadamente con normas de elaboración ciudad. Se les capacitará en herramientas de comercialización y salubridad para precautelar la salud pública.
La meta es que se lleven de elaboración mejor manera y cumplan las normas y que esto no genere competencia desleal con otros comerciantes. Los ciclos de capacitación los brindará Conquito.