Unos 150 habitantes de Pimampiro, en Imbabura, en el norte de Ecuador, recorrieron hoy 28 de julio del 2017 las calles céntricas de la ciudad de Ibarra, la capital provincial, para pedir la intervención del Gobierno Nacional, tras la emergencia vial en la que fue declarada esta localidad, desde el 2 de abril del 2017, porque aseguran que aún no hay una solución definitiva.
La carretera principal que conecta a la cabecera cantonal con la parroquia de San Francisco de Sigsipamba permanece, desde el 30 de marzo pasado, cerrada al tránsito vehicular, por un derrumbe registrado a la altura del sector La Mesa, tras fuertes aguaceros que cayeron en la zona.
Como una solución transitoria, la Prefectura de Imbabura habilitó un paso alterno junto a la quebrada Guambi, pero el lunes pasado, con las últimas lluvias atípicas se tornó peligroso el cruce por esta variante. Eso ocasiona molestias a 2 000 pobladores de 18 comunidades, asegura Oscar Narváez, alcalde del cantón.
La mayoría de manifestantes, que coreaban consignas como “no más mentiras, queremos soluciones”, portaban en sus manos banderas con los colores azul, amarillo y verde, del emblema cantonal.
En la marcha, que inició en el coliseo Luis Leoro Franco y finalizó en las inmediaciones de la Gobernación de Imbabura, participaron autoridades del concejo municipal, a la cabeza Narváez, los integrantes de una comisión especial creada para solucionar el impasse y vecinos de esta jurisdicción.
“Han transcurrido 120 días desde que se declaró la emergencia vial y la Prefectura de Imbabura todavía no tiene un estudio, ni la intervención definitiva que se hará en el sitio”.
Sin embargo, el prefecto Pablo Jurado señaló que no se pueden realizar trabajos de rehabilitación, sin que existan los estudios técnicos. “El sitio es sumamente peligroso y no podemos arriesgar la vida de los operadores de maquinaria”.
También señaló que desde que se declaró la emergencia vial, el organismo provincial ha buscado alternativas para garantizar la movilización de las personas por el tramo afectado. Se habilitó otra ruta alterna por el río Mataquí y se construyeron pantallas de protección para evitar que el agua del río afecte el camino, indicó.