En el barrio se registran menos robos desde que se creó un grupo de chat WhatsApp con los policías. Los vecinos de La Jipijapa se sienten más tranquilos al caminar por sus calles, en el norte de Quito y eso les alegra. “El tiempo en que llegan los policías es mucho menor”, “nos enteramos que hay detenidos”; “ahora se ve el trabajo de la Policía”, “estamos más cerca de los agentes”. Son algunos de los comentarios de los moradores recogidos este martes 5 de mayo del 2015 por EL COMERCIO.
Reyner Romero, jefe de la Unidad de Policía Comunitaria de La Jipijapa 1, es el creador del grupo. Este nació hace tres meses luego de una junta con moradores que exigían más seguridad. “Había ocurrido un robo y querían que ponga un patrullero en una esquina. Pero eso era imposible porque no puede dejar un equipo en un solo lugar, así que les propuse tener un chat grupal”.
Empezaron con un grupo pequeño de tres personas. Ahora son más de 100 y los resultados se ven en los índices. En el último reporte del barrio se registró una reducción del 34% de los robos a personas, accesorios de vehículos, a locales comerciales y de domicilios.
Juan Carlos Torres, morador desde hace 25 años, explica que antes llamaban al ECU 911 y hasta que el equipo contacte con los policías del sector se perdían minutos valiosos. Ahora el momento que una persona envía un mensaje todos los vecinos se enteran.
Pero no todas las personas pueden ingresar en el chat, ya que la información que allí se maneja puede ser confidencial, como las fotos de los detenidos, que no deben publicarse en las redes sociales, por ejemplo.
Por ello antes de que cada persona sea incluida, los policías les visitan en su domicilio para constatar que sean los propietarios de las casas o negocios y para explicarles cómo opera.
En esos tres meses de funcionamiento, 20 personas han sido detenidas luego de un asalto, gracias al chat y 70 más antes de cometer un delito. El único caso se reportó la noche del lunes, cuando dos desconocidos robaron a jóvenes transeúntes. Una vecina alertó el hecho y dio a la Policía las características de los sospechosos. Unas cuadras más adelante fueron detenidos un hombre y una mujer. Ella tenía además una orden de captura vigente.
“Estamos más tranquilos porque podemos ayudar a la seguridad del barrio y porque vemos que la Policía actúa ante nuestras denuncias”, comentó Gloria Cevallos, una comerciante que vive en La Jipijapa hace seis años.