Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Si el servicio de transporte urbano fuese de buena calidad, sería sencillo dejar el auto en casa para movilizarse en bus y así ayudar a descongestionar las vías. Esa es la premisa de la que parten conocedores de la movilidad y de la ciudad como Diego Hurtado, catedrático universitario e investigador y Javier Escobar, del colectivo Ciclistas Urbanos de Quito. Pero ¿qué se necesita para lograrlo?
Para ellos, hay 10 aspectos que el usuario tiene derecho a exigir cuando hace uso del servicio de transporte masivo, aspectos que pocas veces se cumplen en el día a día de la capital.
1. Las paradas deben estar ubicadas a máximo cinco minutos de caminata para el peatón y deben ser espacios seguros que cuenten con lugares para escampar de la lluvia o evitar el sol. Además, deben tener bancas para sentarse.
2. Los usuarios deben tener el tiempo necesario para abordar la unidad y deben hacerlo únicamente cuando el bus se haya detenido por completo, para evitar caídas y accidentes. Lo mismo debe ocurrir a la bajada. En caso de que se trate de personas con algún tipo de discapacidad, el cobrador del bus debe ayudarlas a abordar la unidad. Nunca se debe descender del bus en media vía o carriles centrales.
3. Las personas tienen derecho a ser tratadas cordialmente, no con insultos ni groserías. Además, a que durante el viaje no haya correteos o frenazos de golpe que pongan en riesgo su estabilidad. La velocidad del bus debe ser constante. No debe viajar excesivamente lento o demasiado rápido.
4. Se deben respetar los asientos de preferencia para personas embarazadas, con niños en brazos, o de la tercera edad. Estos deben estar ubicados en la parte delantera del bus. Y en caso de que el pasajero no ceda el asiento a estos grupos vulnerables, de manera cordial el conductor o ayudante deben pedirle que lo haga.
5. La unidad debe encontrarse limpia, sin basura en el piso y sin palabras indecorosas escritas en los asientos. Debe tener un basurero. La música, en caso de haberla, debe ser moderada, no estridente.
6. No se debe exceder el número de pasajeros sentados y de pie, para que no existan pisotones, golpes, apretujones ni empujones entre usuarios. Así se evita también el manoseo del que son víctimas las mujeres cuando el bus está demasiado lleno.
7. Las personas tienen derecho a que el bus no expulse humo negro frente a ellas mientras esperan una unidad y a que no toquen la bocina cerca a ellas sin motivo.
8. El bus debe viajar con las puertas cerradas para no poner el riesgo la integridad de los pasajeros. Las ventanas deben estar en correcto funcionamiento para que puedan ser abiertas o cerradas en caso de lluvia o sol.
9. Las personas tienen derecho al confort. El transporte es un negocio. Si alguien va a una tienda o restaurante y no es bien atendido, no regresa, pero en el caso de los buses, las personas no pueden hacer lo mismo. Pero el usuario tiene derecho a viajar con comodidad. En países como Holanda o Alemania, los buses son climatizados (siempre a la temperatura adecuada), los asientos tienen buen espacio y se respeta el límite de pasajeros.
10. De debería dar facilidades para el multitransporte. En Bélgica y en los países escandinavos, por ejemplo, los buses tienen unos dispositivos tipo canastas que le permiten al ciclista colocar allí su bici para poder viajar unos tramos cicleando y otros en las unidades de servicio.
Si esos derechos se respetaran, coinciden los expertos, la realidad de las vías en la ciudad, fuese distinta.