El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó ayer que las FARC intentar desviar la atención sobre el asesinato del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, al retomar el tema de los rehenes en su poder. El crimen atribuido a la guerrilla se perpetró la semana pasada.
Las FARC emitieron un comunicado en el cual exigen conocer “los protocolos” de seguridad que ofrece el gobierno de Uribe para la liberación unilateral del cabo Pablo Emilio Moncayo y del soldado Josué Daniel Calvo, y para la entrega de los restos del mayor de la Policía Julián Guevara, muerto en el secuestro.
Uribe afirmó ayer que desde que las FARC anunciaron la liberación de los dos militares y la entrega de los restos del oficial de Policía, su Gobierno accedió a las pretensiones impuestas por esa organización. “¿Cuál fue la respuesta de estos bandidos después de que el gobierno accedió a todo? La respuesta de estos bandidos fue el secuestro y asesinato del gobernador del departamento del Caquetá”, declaró Uribe a una radio local.
El Mandatario agregó que los integrantes de las FARC “son cínicos. Hablan como que fueran unos arcángeles. Pretenden que los colombianos ignoremos que acaban de asesinar al Gobernador del Caquetá” .