Redacción Manta
Las actividades académicas en la Universidad San Gregorio de Portoviejo se desarrollan con normalidad. La calificación E, otorgada por el Consejo de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Conea), molesta a la comunidad universitaria de este centro de estudios superiores de la capital Manabita.
El rector Marcelo Farfán incluso retomó las palabras del presidente Rafael Correa, quien en su visita a este centro, el 12 de marzo de este año, dijo que es una de las pocas universidades que, a pesar de ser privada, no es pelucona.
“Denominarnos como E dentro de la escala nacional de las universidades es una ligereza, no es justo que nos metan a todas en un mismo saco. La categoría E establece que el centro no dispondría de una comunidad académica estable y que su orientación es netamente empresarial”.
La San Gregorio tiene nueve años de vida y nació de lo que fue la extensión de la U. Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, que estuvo en Portoviejo por 33 años.
Desde 1995 presentó el proyecto para la creación de la Universidad San Gregorio y fue aprobada por el Congreso Nacional en marzo de 2000.
Farfán asegura que es una ligereza calificarla como centro de educación de baja calidad. El campus universitario tiene 16 000 metros cuadrados de construcción y están implantados en un lote de 11 hectáreas, al lado derecho de la vía Portoviejo-Manta.
Cuenta con 15 carreras y está a la espera de la aprobación de la decimasexta que sería la de Producción de Radio y Televisión.
Sus tres bloques de aulas, auditorios, laboratorios, conservatorio de música, cafeterías y uno en construcción forman parte de este campus. El estudiante paga entre USD 400 y 475 por semestre.
En odontología están en los trabajos finales para habilitar un quirófano y un ascensor. “Nuestros pacientes son gente de escasos y medianos recursos de la ciudad, entre ellos hay adultos mayores y personas con discapacidad, por eso hicimos el esfuerzo para ubicar el ascensor”, dice Farfán.
En la U. San Gregorio, 150 estudiantes de los 3 500 son becados, 37 de ellos tienen discapacidad. 77 personas laboran en planta administrativa. Ayer, estudiantes, maestros y padres marcharon por las calles de Portoviejo para defender la calidad de la enseñanza y pedir respeto por la institución.