El primer ministro británico, David Cameron, consideró este viernes como “un mal día para Europa” tras la elección de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión por 26 de los 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE) .
“Es un mal día para Europa, que puede socavar las posiciones de los gobiernos nacionales”, dijo Cameron en una rueda de prensa al cierre de una cumbre en la que manifestó hasta el final su férrea oposición a que los jefes de Estado cedan el poder de nombrar al responsable del cargo más importante de las instituciones europeas.
Hasta la modificación de los tratados europeos en 2009, los jefes de Estado conservaban esa prerrogativa de designar al presidente de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE que propone las leyes, las aplica y vela por su respeto.
Con el Tratado de Lisboa en 2009 los mandatarios del bloque deben tener en consideración el equilibrio de fuerzas políticas en la Eurocámara a la hora de escoger al próximo jefe del órgano ejecutivo de la UE.
Los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) , la primera fuerza de la Eurocámara, escogieron a Juncker como su candidato, quien recibió el respaldo de los socialistas.
“Será un largo combate y francamente a veces hay que saber perder una batalla para ganar la guerra”, agregó Cameron.
Además de Cameron, el primer ministro húngaro Viktor Orban se opuso en el Consejo al nombramiento de Juncker. Orban se opone también al principio de ceder el poder de nombramiento al Parlamento.