La Unión Europea pide investigar posibles crímenes contra humanidad en el norte de Iraq

La Unión Europea (UE) dijo hoy (10 de agosto del 2014) que la persecución de miles de iraquíes, principalmente de las minorías, y la violación de derechos humanos básicos por los ataques del grupo yihadistas del Estado Islámico (EI) en el norte del país pueden constituir crímenes contra la humanidad, y exigió una investigación.

"Estamos horrorizados por el rápido deterioro de la situación humanitaria, con cientos de miles de civiles, principalmente de minorías, huyendo de las áreas del conflicto como resultado de la persecución y violación de derechos humanos básicos", indicaron los Estados miembros de la UE en un comunicado.

"Algunos de esos actos pueden constituir crímenes contra la humanidad y tienen que ser investigados rápidamente, de manera que los responsables tengan que rendir cuentas" ante la Justicia, señalaron los Veintiocho.

El bloque comunitario condenó en este sentido "enérgicamente" los últimos ataques de los yihadistas del EI y de otros grupos armados en el norte de Iraq, y recalcó que está suministrando ayuda humanitaria urgente a la población civil afectada, junto con otros socios internacionales.

La UE proporciona la ayuda directamente y a través de agencias de la ONU y ONG, explicó la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien instó en nombre de los Veintiocho "a todas las partes a cumplir el Derecho Humanitario Internacional, a garantizar acceso humanitario y facilitar la entrega de la ayuda".

El pasado 10 de junio, el EI tomó el control de Mosul, la segunda de Irak, y desde entonces lucha en el norte del país para ampliar su declarado "califato", haciéndose con ciudades como Sinyar, donde desencadenó una crisis humanitaria denunciada por la ONU con más de 120 000 desplazados.

EE.UU. ha iniciado bombardeos selectivos contra posiciones del EI en el norte de Iraq y lanzado comida y agua para las decenas de miles de refugiados aislados en el monte Sinyar, una ayuda humanitaria que respaldarán los Gobiernos de Francia y Reino Unido.

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