Roxana Cazco. Corresponsal en España
‘Siento que me he ganado la lotería”, dice Mario Pinchao, liguista, quiteño e inmigrante en España, desde hace nueve años.
Él se refiere a la participación de su equipo en la Copa de la Paz, que tiene entre sus sedes a la capital española. “Cuánto he sufrido, cuánto he llorado por verles y ahora están aquí. No lo puedo creer”, dice este ‘maître’ de un mesón gallego, casado con una mujer de esa región del norte de España y con dos hijos nacidos allí.
Se apostó desde muy temprano en el Hotel Miguel Ángel, de la exclusiva zona madrileña de Gregorio Marañón, para fotografiar a sus ídolos. No le fallaron. A Franklin Salas le recordó que eran compañeros del Colegio Santiago de Guayaquil y ambos sonrieron. “Es el clásico quiteño, bajito, anchito y buena gente”, dice este ecuatoriano para referirse al delantero universitario.
Pinchao también pudo ver la designación de los de Ponciano como Embajadores de buena voluntad de los emigrantes ecuatorianos. El acto, iniciativa de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), lo recibieron a nombre del grupo -en un improvisado evento en un pasillo del Miguel Ángel-, Néicer Reasco, José Cevallos y el dirigente Esteban Paz.
La entrega de diplomas y camisetas con el eslogan ‘Todos somos migrantes’ y la lectura de un mensaje enviado por la secretaria del Migrante, Lorena Escudero, completaron la ceremonia.
La adhesión de Liga de Quito a esta campaña significa que los albos aportarán desde sus espacios a la dignificación de todas las personas emigrantes, al reconocimiento de su labor en las sociedades de origen y de acogida y a la defensa de sus derechos.
“Me siento contento de apoyar a las personas que están haciendo mucha patria desde lejos. Les deseo lo mejor, que su familia prospere y que sigan dando lo mejor de ellos”, le dijo a EL COMERCIO el mediocampista Reasco.
Luciendo ‘la camiseta de los inmigrantes’, José Cevallos se mostró emocionado y agradecido por la designación. “Siempre he manifestado que los emigrantes son un ejemplo de perseverancia, de lucha y de fe. Y que han sabido salir adelante en condiciones difíciles. Eso nos motiva mucho y les queremos traer felicidad”, apuntó el portero, reconocido por la hinchada como el más sensible con estos temas.
Él le confesó a EL COMERCIO la emoción que sintió cuando vio a buen número de liguistas esperándoles en Barajas. “Ellos nos agradecían por toda la felicidad que les hemos dado cuando somos nosotros los que les tenemos que agradecer por toda la fe que nos tienen”, señaló.
Esteban Paz también está agradecido y espera que la organización de la Peace Cup, permita a los jugadores saltar a la cancha del Bernabeú –hoy- vistiendo la camiseta símbolo de la campaña de la Senami. “Sería hermoso para nosotros, un orgullo”, reitera.
Después del acto, se les unió el resto de la plantilla –que acababa de desayunar- para “ir de compras al Corte Inglés”. Lo hicieron en el sitio más central, ubicado junto a la Puerta del Sol.
Zapatos deportivos en la tienda de Adidas fueron la mayor demanda de los albos, también ternos de tela y algún jugador compró medicamentos. A las 14:00 almorzaron en el hotel.
Pequeñas colas se han formado desde temprana horas en las taquillas del Bernabéu. La presencia de ecuatorianos era predominante. Dos concentraciones preparan los hinchas albos para respaldar a su equipo y hacer un solo frente. A las 16:00 una y a las 19:00 otra en el metro Cuzco. La idea es llegar al estadio en caravanas de caminantes.