El turismo solidario tuvo poco eco en las zonas afectadas por el terremoto

Menos afluencia de personas hubo en la playa de Atacames, en el sur de Esmeraldas. Foto: Cortesía: Cámara de turismo de atacames

Menos afluencia de personas hubo en la playa de Atacames, en el sur de Esmeraldas. Foto: Cortesía: Cámara de turismo de atacames

Los comerciantes tuvieron una mala jornada de venta en la playa de Canoa ayer, en el primer día del feriado. Foto:Vicente Costales / EL COMERCIO

En las horas previas al feriado, entre los manabitas había optimismo, expectativa.

Esperaban que la afluencia de turistas mejore su economía, que fue golpeada tras el terremoto del 16 de abril pasado. En Canoa, los vendedores se habían acostumbrado a ver su playa llena. Pero el balneario se veía desolado.

Solo unas siete personas disfrutaban del sol y el mar hacia el mediodía. Lucía Guisado de 35 años llegó desde Santo Domingo de los Tsáchilas, con sus tres hijos y esposo. En un principio, reconoció, le dio temor llegar a Canoa por las réplicas.

Pero la idea de apoyar a ese poblado pesó más en su decisión final. Llegó el jueves por la noche al balneario.

La poca afluencia de personas se sintió también en el sector comercial. En el mismo feriado, pero del año pasado, el comerciante de sombreros Hugo Velasco vendió USD 180 cada día. Ayer, en cambio, no tuvo ingresos.

En Bahía de Caráquez la situación fue parecida. Luigi Rivero, quien pertenece a una asociación de servicios turísticos en Bahía, se preparó con las bananas y motos acuáticas para alquilarlas. Pero la gente, aunque ya no como antes, tiene miedo de ingresar al mar, explica. Lo mismo se vivió en San Clemente. Antes del sismo era un sitio de paso ideal para probar la gastronomía.

En Pedernales, la zona más afectada por el terremoto, el panorama fue aún más complicado. Uno de los negocios más visitados en los feriados era la gasolinera de la localidad, que se encuentra en la entrada.

Yuri Echeverría, trabajador del sitio, contó que desde las 07:00 nadie se acercó a llenar los tanques de gasolina de sus vehículos. En la playa de Pedernales se observaron pocos bañistas, pero aún se tenía la esperanza de que hoy mejore la situación.

Luis Mora disfrutó enterrado completamente bajo la arena en Pedernales, al mediodía de ayer. Junto con su esposa y su hijo viajaron desde Quito. Era la primera vez desde que ocurrió el terremoto del 16 de abril. Querían ver cómo quedaron las casas, el hotel, los negocios que frecuentaban en sus vacaciones antes de la tragedia. Ninguno de los lugares que conocían está en pie.

Video: Turistas quedaron impactados por la situación de Pedernales tras el terremoto

A pesar de eso, esta familia intentó disfrutar de unas horas de descanso. Además, consideran que al almorzar o comprar una botella con agua en el camino contribuyen con la economía de la zona. “Vinimos a ver a las personas que conocíamos y no encontramos nada. Fue tremendo mirar que ya no hay eso”.

En las playas de San Clemente, en cambio, el movimiento de turistas fue mayor, aunque no tanto como en otros feriados. Diana Vera viajó desde Guayaquil a esa playa para disfrutar de los días de descanso. Además, trajo víveres para entregar a familias que hayan perdido sus cosas en el terremoto de abril pasado. Explicó que hay que perder el miedo a las réplicas y es mejor contribuir con la provincia.

Menos afluencia de personas hubo en la playa de Atacames, en el sur de Esmeraldas. Foto: Cortesía: Cámara de turismo de atacames

En Manta, las 13 playas del cantón estuvieron habilitadas. Brenda Terán, directora de Turismo del Municipio de Manta, explicó que también se organizó algunos eventos culturales, artísticos y deportivos en balnearios como El Murciélago.

En ocupación hotelera, 64 de los 106 hoteles que quedaron operativos después del terremoto de abril pasado, están listos y cuentan con todos los servicios básicos como luz y agua para recibir a huéspedes. Hasta el jueves en la noche, las reservas en este sector representaron un 30%, dijo la funcionaria. Aún se aguardaba la esperanza de que esta cifra aumente hasta el domingo, cuando termine el feriado.

Situación en Esmeraldas

En los hoteles y restaurantes de Esmeraldas, los precios bajaron. Esa iniciativa buscó reactivar el turismo en la ‘Provincia Verde’. Los recorridos en lanchas, por ejemplo, cuestan USD 2 al igual que alquilar sillas y parasoles en la playa.

Sin embargo, en el primer día de feriado no se obtuvo el número de turistas que esperaban. En Atacames, las playas lucieron con poca afluencia de personas. Alrededor de 6 000 turistas hicieron reservaciones para este feriado.

Según Paola Guzmán, presidenta de la Asociación de Hoteleros de Atacames, las reservaciones se frenaron luego de la réplica de 6.8 grados del 18 de mayo. Ayer se tenía previsto un recorrido para censar el número de turistas en esa playa. “En un feriado por lo general recibimos 30 000 turistas”.

En las playas de Tonsupa y Esmeraldas también hubo pocos turistas hasta el mediodía de ayer. Los hoteleros y comerciantes esperan que hoy sea un mejor día. Luis Quiñónez tiene un hotel en Tonsupa. Él aseguró que tenía 20 huéspedes, y su capacidad hotelera es para 100. “En los restaurantes se encuentran platos desde USD 5 y habitaciones desde USD 15”.

Hasta el cierre de esta edición la vía Alóag – Santo Domingo y La Concordia – Esmeraldas estaban habilitadas.

En las dos carreteras se realizaban controles policiales para medir los límites de velocidad y garantizar que las personas puedan movilizarse desde la Sierra hasta la Costa.

La vía Calacalí - Los Bancos también se encontraba habilitada, aunque a lo largo de ese tramo hay baches. Los conductores deben reducir la velocidad y tomar precauciones para evitar accidentes.

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