En la terminal de Carcelén continúa el movimiento de pasajeros. Foto: Mariela Rosero / EL COMERCIO
“Resulta muy caro emprender viaje a la playa”, sostuvo Efraín Quito. Por eso, el ciudadano decidió ir a Tulcán junto a su esposa y su hijo de 8 años. “Queremos dar una vuelta”, dijo este señor que pagó USD 6 por cada pasaje.
Es uno entre 43 400 personas que se esperaba lleguen a la terminal terrestre de Carcelén en este feriado del 10 de Agosto. En la estación están habilitadas 1 694 frecuencias de buses, según la gerencia de Terminales y Estacionamientos de la Empresa Metropolitana de Obras Públicas.
Las filas y el movimiento de pasajeros empezó la noche de ayer vienes 7 de agosto.
Este sábado 8 de agosto, la gente llegó desde las 05:00. Minutos antes de las 09:00, un grupo de mujeres se acercó a la Administración de la terminal. Ellas se quejaron porque llevaban dos horas en la cola para comprar boletos en una empresa que hace viajes a Ibarra y Tulcán. Dijeron que debido a que en el primer destino el pasaje es más barato (3,50), la compañía de buses había preferido expender pasajes hacia Tulcán. “Tenemos niños que no han desayunado, que alguien les controle, deben brindar el servicio”, señalaron.
Susana Seracapa, de 52 años, esperaba en una banca con su nieto de 2 años en brazos. Con su esposo, hija y yerno y el pequeño iban rumbo a Ibarra a visitar a la suegra. Contaron que arribaron a las 05:00 y no conseguían pasajes debido a la afluencia de pasajeros.
Jocelyn Navarrete, de 21 años, estaba en Quito por primera vez junto con amigos que viajaron desde su ciudad, Guayaquil, para pasear por primera vez en la capital. Tomaron Aerotaxi y el pasaje les costó USD 11,50. Ellos salieron a las 23:00 de ayer y llegaron a las 07:00.
Patricia Cortez es una empleada pública que estaba entusiasmada por la posibilidad de pasar tres días en familia. Su destino era La Unión de Quinindé. Tiene 48 años y trabaja 28 en Quito, por eso, cada vez que puede regresa a su tierra.
Su esposo y tres hijos se adelantaron para asistir a la fiesta en honor a la virgencita de San Lorenzo en el recinto El Silencio, donde su hermana será prioste. Ella pagó USD 9,50 por un boleto que la llevará a Esmeraldas, “me dijeron que es una ruta extra”, señaló.
En la Administración no quisieron brindar información sobre la afluencia de personas. Dijeron que los datos oficiales estaban a cargo de la gerencia de terminales y estacionamientos de la Empresa de Obras Públicas.
En cooperativas como Flota Imbabura y Aerotaxi indicaron que desde anoche hubo un incremento en la compra de boletos. Por ello decidieron adelantar la salida de buses.
En la terminal de Carcelén también se encontraban extranjeros que buscaban un taxi desde las 09:05 y se encontraban con disputas entre los conductores. Jaime Carrión, presidente de la Cooperativa Hernando Parra, pidió que la Agencia Metropolitana de Tránsito controle a quienes brindan servicio informal en esta estación.
Él contó que hay tres cooperativas de taxis que tienen permiso para ubicarse en los parqueaderos de la terminal de Carcelén y servir a los pasajeros, pero “nadie colabora”. Disponen de 60 unidades en total y deben competir por las carreras con carros de diferentes colores que no tienen permisos de operación.
La disputa surge porque al lugar llegan extranjeros que quieren que los trasladen a Otavalo. La tarifa hacia allá es acordada y cuesta USD 50, mientras que a Esmeraldas es de USD150.