Tumultos en el cantón Rumiñahui aumentaron un 400%

El jueves y ayer, el Municipio realizó pruebas de covid-19 en San Pedro de Taboada. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

El jueves y ayer, el Municipio realizó pruebas de covid-19 en San Pedro de Taboada. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

El jueves y ayer, el Municipio realizó pruebas de covid-19 en San Pedro de Taboada. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Es el cantón más pequeño de la provincia de Pichincha, pero su densidad poblacional es alta. En apenas 122 km2 de territorio, Rumiñahui alberga a 135 000 habitantes, lo que lo convierte en la zona con mayor densidad de la Sierra y el séptimo de los 221 del país.

Es el segundo cantón con más contagios de covid-19 de la provincia, con 1 742 casos, muy por debajo de los 44 624 que registra Quito. Por cada 25 positivos que tiene la capital, Rumiñahui registra uno.

Según Juan Zapata, director del ECU 911, en este sector se registró un aumento del 402% en el número de aglomeraciones, comparando lo ocurrido entre los dos últimos meses, lo que es un problema en época de pandemia.

Del 15 de agosto al 13 de septiembre hubo 89 alertas, pero del 14 de septiembre al 13 de octubre se registraron 447.

Ese aumento no se ha visto reflejado en un repunte de casos. ¿A qué obedece el incremento de tumultos? Wilfrido Carrera, alcalde del cantón, dice que en parte se debe a que Rumiñahui se ha convertido en el corazón del valle de Los Chillos.

Moradores del área rural de parroquias vecinas como Conocoto, Guangopolo, La Merced, Píntag, Tambillo y otras prefieren hacer sus actividades en Sangolquí en lugar de en sus cabeceras cantonales.

Según los registros del Municipio, tomando en cuenta la población flotante, Rumiñahui supera las 300 000 personas, lo que hace que la actividad comercial sea alta.

Oscar Gabela, coordinador zonal del ECU 911, cuenta que los sectores más complicados son los mercados y los lugares comerciales, en especial, aquellos que ofertan comida tradicional. Allí abundan los clientes de viernes a domingo, y llegan sobre todo de Quito.

La relación que Rumiñahui mantiene con la capital es muy cercana. Unas 70 000 personas al día se trasladan entre Sangolquí y el Distrito por sus actividades laborales. Parte de los vendedores ambulantes que se ubican en Rumiñahui llegan de Quito, advierte el burgomaestre. Por eso, los inconvenientes que enfrentan ambos poblados son similares.

A pesar de que en Sangolquí la mayoría de habitantes acatan las medidas de bioseguridad, hay quienes no las respetan y organizan fiestas y beben en las calles, pese a que este cantón prohíbe el consumo de licor en el espacio público.

El jueves, a lo largo de la av. General Enríquez, niños y adultos caminaban utilizando mascarillas. Pero en las zonas más complicadas se empezaba a ver irrespeto. En sectores como el centro y el parque Turismo los vendedores ambulantes llenaban las veredas.

Los mercados siempre han sido un dolor de cabeza para la parroquia. Durante años gran parte de su centro fue usado por vendedores. El Alcalde admite que al momento no cuentan con un mercado adecuado.

El centro de abastos El Turismo no abastece la demanda por lo que los comerciantes se reúnen en la plaza Chiriboga, un lugar emblemático, abierto, que no reúne las condiciones básicas para ser mercado.

Al momento la Alcaldía se encuentra habilitando un espacio en San Sebastián, para ubicar a los ambulantes.

No tienen un registro de los informales, pero Carrera advierte que son cientos, familias enteras, por lo que se han hecho intervenciones con el Ejército, la Policía y el MIES.

También se realizan operativos en los barrios donde pese a la prohibición, se practica deporte y se consume licor.

En este cantón no se sanciona a quien incumple las normas de bioseguridad. Carrera advierte que la crisis económica es tan fuerte que las personas no podrían pagar las multas. Solo hubo sanciones durante el estado de excepción.

Han optado por trabajar en campañas de concientización.
Además, hacen uso de las 23 cámaras con megafonía, lo que permite que en las zonas donde se observan tumultos, el personal alerte sobre la necesidad de mantener distancias.

Allí se han hecho 5 767 pruebas de covid-19 con apoyo de empresas privadas, del Ministerio de Salud y del Consejo Provincial. Rumiñahui tiene un presupuesto anual de USD 50 millones, pero debido a la crisis los ingresos han mermado.

La recaudación de impuestos ha disminuido en un 50%. Además, la deuda del Gobierno Central afecta la administración, dice Carrera. Está pendiente el pago de USD 8 millones y 3,6 millones más por la devolución del IVA.

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