La Plazoleta Leonidas Proaño, de la capital de Imbabura, fue el sitio donde se realizó la feria de intercambio. Foto: EL COMERCIO
La Plazoleta Leonidas Proaño, situada en el centro Ibarra, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, se convirtió en un colorido mercado. Unos 500 campesinos kichwas, awá, afrodescendientes y mestizos arribaron hoy, 29 de octubre, para intercambiar productos que florecen en las zonas fría y cálida.
Se trata del segundo trueque intercultural que convoca, cada año, los dirigentes del Pueblo Kichwa Karanki y en donde el dinero no tiene cabida. El primero se realiza previo a la celebración de la Semana Santa.
La kichwa kayambi, María Teresa Inlago, acomodaba las porciones de plátano, yuca, naranjilla, caña de azúcar… que adquirió a cambio de fréjol, maíz, quinua, habas.. que trajo desde la comunidad de Pijal, entre las provincias de Imbabura y Pichincha.
Era la primera vez que esta mujer, que viste anaco plizado de diferentes colores, blusa bordada y sombrero, participaba de esta práctica milenaria. A la capital imbabureña, Inlango llegó junto a 50 vecinas de su parcialidad.
La finalidad es que cada vez más comunidades y organizaciones se incluyan a esta alternativa económica, comenta Rolando Cangás, dinamizador nacional del Movimiento de Economía Social y Solidarias del Ecuador (Messe). Por eso, la propuesta es que no solo se permuten solo productos agrícolas, sino también servicios y saberes.
En este inusual mercado, explica Cangás, el ‘tanto’ es considerado una medida para el intercambio.
De eso sabe bien Fermín Taicús, vecino de la comunidad awá de San Francisco, situado en la parroquia de Lita, en el noroccidente de Ibarra, que es un especialista en intercambio de productos. Con un cargamento de plátanos, guabas y caña de azúcar que trajo consiguió granos y harinas. Calcula que esta provisión de alimentos le alcanzará para abastecer su hogar, durante un mes.
Con este mecanismo las partes siempre salen ganando. Uno piensa que ha adquirido más que otro, explica Cangás.