En octubre, el excomandante de la Policía, Fausto Tamayo, fue condenado a 13 años. Foto: Archivo/EL COMERCIO
El fallo judicial tomó por sorpresa a la fiscal general Subrogante, Tania Moreno. Eran las 11:30 cuando le informaron que las penas de los 10 procesados por la venta de pases policiales fueron reducidas.
Los jueces Wilson Lema, Fabricio Robalino y Elsa Grijalva de la Corte Provincial de Pichincha tomaron la decisión de modificar las condenas.
Lo hicieron en la audiencia del recurso de apelación que se inició a las 09:10 de ayer, 28 de julio de 2017, en el complejo judicial del norte de Quito. A la diligencia asistieron unas 50 personas; entre ellas se encontraban familiares y amigos de los agentes que fueron condenados -en octubre de 2016- por el delito de delincuencia organizada.
En ese entonces, el excomandante de la Policía, Fausto Tamayo, fue sentenciado a 13 años de cárcel por ser autor de la venta de 1 317 pases durante el 2014 y el 2015. La misma pena recibió Alexis Cifuentes, un teniente que es considerado cabecilla de la organización que operó en la Policía Nacional.
Pero ayer, los jueces señalaron que Tamayo no fue autor sino cómplice y por eso su condena se redujo a 28 meses de cárcel. Esto significaría que saldría en libertad en 10 meses, pues lleva detenido un año y medio en la Cárcel 4 de Quito.
En ese mismo centro está Cifuentes, cuya sentencia ahora pasó de 13 a nueve años.
La rebaja se produjo luego de que se eliminara el agravante que pesaba en contra de todos.
En el art. 47 del Código Integral Penal se determina como agravante cuando la persona aprovecha su condición de funcionario para delinquir.
En la primera sentencia, los jueces determinaron que esto sí ocurrió, pues los agentes visitaban los cuarteles para ofrecer el traslado a otras ciudades a cambio de pagos que iban desde USD 1 500 a 4 000.
Así fue como se conoció que la red movió cerca de USD 16 millones. Pero ayer, los jueces dijeron que “los procesados no se hicieron policías para delinquir, sino que siendo policías cometieron el delito”, señaló Gonzalo Realpe, abogado de Tamayo, quien también se benefició de la eliminación del agravante.
Pese a esto, este jurista indicó que no están de acuerdo con la condena, pues asegura que su defendido es inocente y recurrirán al recurso de casación (última instancia del proceso), para demostrarlo. Lo mismo dice Julio César Sarango, abogado de Danny Herrera y Magno Michelena, dos agentes acusados de colaboradores. Sus penas pasaron de nueve años tres meses a cinco años. Ellos tampoco están conformes con el fallo, pues aseguran que sus clientes son inocentes.
Sarango advierte que no comprendieron cómo los jueces analizaron el caso. “Es una sentencia totalmente contradictoria y sin motivación”.
Lo mismo opina la fiscal Moreno, quien indagó el caso. Ella no asistió ayer a la audiencia, porque dijo estar reemplazando en funciones al fiscal General, Carlos Baca Mancheno, quien está con permiso.
Pero indica que los jueces no actuaron “en derecho” y por eso anunció que presentará una queja formal ante el Consejo de la Judicatura para que revisen el accionar de los magistrados. En tanto, Moreno señala que en el recurso de casación pedirá que se restituyan las condenas anteriores, pues considera injusto que se haya absuelto a tres procesados (dos exagentes y la madre de Cifuentes).
Felipe Rodríguez, abogado de uno de los agentes que saldrá en libertad, habló al final de la audiencia y señaló que el fallo permitirá que su defendido vuelva a las filas policiales.
El padre de Cifuentes, en cambio, manifestó que todavía es injusta la pena y recordó que su hijo fue un oficial ejemplar. El resto de familiares también se lamentaron, pues consideraron que las autoridades no tienen en cuenta que los agentes siguieron órdenes.
Por su parte, la Fiscalía anunció que la próxima semana formulará nuevos cargos en contra de este grupo y de más policías indagados por lavado, figura que también se indaga.
Cronología
3 de julio (2015)
El comandante de la Policía, Fausto Tamayo, pidió su baja voluntaria. La decisión fue tomada luego de que se identificara a la red delictiva que vendía pases.
26 febrero (2016)
Tamayo se entregó a las autoridades y luego un juez ordenó su prisión preventiva. Desde entonces fue encerrado en la cárcel 4, en el norte de Quito.
19 marzo (2016)
Dos agentes que estuvieron involucrados en la organización fueron detenidos en Medellín. Los uniformados estaban escondidos y fueron deportados.
9 de junio (2016)
La Policía detiene al teniente Alexis Cifuentes, considerado otro cabecilla de la red delictiva. A él también le redujeron la pena que pesaba en su contra.