La Tri se mete en la pelea...

 La actitud de los seleccionados de fútbol dio un vuelco. Son más solidarios, más persistentes, más fuertes; se olvidaron de las disputas internas para unirse y así mantener esa posibilidad de ir a otro Mundial.

Esas características no son percepciones, son más tangibles, más consistentes, y tienen al país en pelea para ir a Sudáfrica. Y los jugadores las hicieron más evidentes ante Perú y Argentina, al ganar seis puntos en cuatro días.

 Pero ¿qué cambió de un año a otro?  ¿Acaso se dieron cuenta demasiado tarde de que las opciones de clasificarnos a otro Mundial siempre estuvieron allí o que esas rencillas de grupos de choteños, esmeraldeños, diferencias con dirigentes… los   llevaban por el lado equivocado? Los futbolistas han madurado y  cedido a las pretensiones de un país entero que clama por alegrías. No hay que bajar los brazos.

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