César Larrea
Una comedida jueza del Guayas, posiblemente por orden superior, ha sentenciado con tres años de prisión a Emilio Palacio, editorialista de El Universo, por el ‘crimen’ de criticar a un alto funcionario del Estado. Tan insólita e histórica sentencia, nunca antes registrada, posiblemente se origina en una orden destinada a crear temores y amedrentar a quienes ejercen la sublime misión del periodismo, en esta época tan menospreciada e insultada vulgarmente por el Jefe del Estado.
Es evidente que la sentencia ha sido el resultado de un pequeño ‘enlace’, el cual se ha producido para que la jueza Argüello actuara para complacer al señor Samán y este, a su vez, complacer a cierto man. Parece que están equivocados de país.