Redacción Jóvenes
Un esfero de azul en las manos de Andrea Vasco es más que tinta para escribir… Mientras su ‘profe’ de literatura cuenta historias en la clase, ella traza líneas en las páginas de su libreta. Al final del semestre, su cuaderno de borrador está lleno de obras de arte.
La joven, de 23 años, cuenta que empezó a dibujar desde pequeña, por influencia de su madre. Eligió la carrera de Comunicación Social, pero también tiene ‘full’ talento para las artes plásticas. Dice que se inspira mientras escucha la clase de Literatura, pero también lo hace en el patio de la ‘U’, en su casa y hasta en el Metrobús, camino a casa.
Sus trazos en las horas de clase y fuera del aula van desde rostros abstractos hasta cuerpos desnudos, en cientos de rayas que cobran sentido. Varias de sus creaciones están en manos de sus amigos y -las que no le gustaron- en el tacho de la basura. “Todavía estoy buscando mi estilo”.
En todas las clases hay alguien como Andrea, que llena de arte a sus cuadernos. En el ‘cole’ Brasil están Bryan Paz y Miño (18) y Martín Chamorro (18), dos ‘compas’ a punto de graduarse.
Bryan dice que dibuja en clases para relajarse y divertirse, en especial cuando una materia es muy aburrida. El joven ha hecho varias caricaturas de sus profesores (en ‘corto’) y de algunos panas. “Es más fácil hacer a las personas que tienen los rasgos más definidos. Por medio del dibujo puedo expresar mis emociones”. Su talento lo enfocará en Publicidad, la carrera que seguirá en la ‘U’.
Su compañero Martín empezó en este arte desde pequeño. Casi siempre dibuja en clases, porque solo se pasa pensando en que el dibujo será su profesión. “Siempre he experimentado con los colores y diferentes formas”.
Muchas de sus creaciones están en hojas arrancadas de cuadernos a cuadros. La mayoría está hecha con esfero de color negro. Sin embargo, Martín recién estrenó su cuaderno de dibujo e hizo el retrato de una mujer.
En cambio, Diego Viteri, estudiante de Gastronomía de la UTE, dibuja en clases por gusto. “Tiene relación con la Gastronomía porque para cocinar necesitas creatividad artística”.
Diego cuenta que desde pequeño rayaba las paredes de su casa como travesura. Ahora incluso se dedica a diseñar tatuajes. “Dibujo durante las clases aburridas, pero también me gusta hacer bocetos de los platillos en papel”. Sus cuadernos están llenos de personajes de manga…