302 trasplantes renales se hicieron en los hospitales del IESS

En el Ecuador existen ocho unidades médicas acreditadas para los transplantes renales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

En el Ecuador existen ocho unidades médicas acreditadas para los transplantes renales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

En el Ecuador existen ocho unidades médicas acreditadas para los transplantes renales. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Los pacientes receptores de un riñón suelen tener una enfermedad renal avanzada (insuficiencia renal terminal). Esto les obliga a realizarse diálisis, una terapia que reemplaza el trabajo de los riñones en el cuerpo y que se realiza al menos tres veces por semana. El trasplante da a estos pacientes la oportunidad de mejorar su calidad de vida, puesto que le permite dejar en el pasado la hemodiálisis.

En Ecuador, únicamente ocho unidades médicas tienen la acreditación para realizar trasplantes renales, otorgada por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot). De estas unidades, tres pertenecen al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS): los hospitales, Carlos Andrade Marín (HCAM), en Quito; Teodoro Maldonado Carbo (HTMC), en Guayaquil; y José Carrasco Arteaga (HJCA), en Cuenca.

El Seguro Social ha realizado 302 trasplantes renales desde el 2004. Y en estas unidades, además, se atiende a 610 pacientes trasplantados que reciben atención médica y medicamentos inmunosupresores, que ayudan a que el cuerpo no rechace al nuevo órgano.

Fanny G. una mujer de 41 años, se realizó hemodiálisis por 17 años a la espera de un trasplante, y hace dos meses lo obtuvo. “Es un cambio radical para mí y mi familia, logré el trasplante. Estuve a punto de darme por vencida”, señala. La mujer se realizó el procedimiento en las dependencias del IESS.

Un trasplante renal requiere atención especializada antes, durante y después de la intervención. Los chequeos son periódicos, con el propósito de asegurar la aceptación del nuevo órgano en otro cuerpo. Estos controles son necesarios para conocer el estado de salud de cada paciente y determinar la cantidad y tipo de medicina que necesita.

Mauricio Heredia, director médico del HCAM, explica que posterior a la cirugía estos pacientes reciben atención médica de por vida, cuyos costos pueden alcanzar entre los USD 9 000 y los USD 15 000 cada año, por paciente. La cirugía bordea los USD 15 000 y previo al trasplante el tratamiento podría tener un valor aproximado de USD 9 000. En el caso de afiliados y jubilados, estos valores corren por cuenta del IESS.

Galo V. jubilado de 69 años de edad, recibió un trasplante renal en el HCAM, en abril de 2015. Él acude cada dos meses a los controles y los médicos le prescribieron 12 medicamentos diarios, dentro de los cuales se encuentran los inmunosupresores, que son los fármacos básicos para evitar un posible rechazo al nuevo órgano en su cuerpo.

“Es importante controlar el peso, posibles infecciones, daño de otros órganos o cualquier otra descompensación, a las que están expuestos los pacientes trasplantados”, explicó Heredia.

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