El traspaso de hipotecas tiene trabas

Redacción Sociedad

Los 12 empleados del IESS que en la matriz de Quito asesoran a los afiliados interesados en obtener un hipotecario reciben carpetas llenas de papeles. Pero Grisela Gómez no pudo ingresar la suya, para traspasar al IESS   un crédito que mantiene con el banco.

La posibilidad de que los asegurados pasen al IESS las deudas por vivienda que poseen con las instituciones financieras privadas se abrió el 10 de noviembre de 2009. Esto, luego de que el ex ‘Congresillo’ aprobara las reformas a la  Ley de Seguridad Social y que establecen que el afiliado que se acoja al beneficio tendrá intereses convenientes y plazos de hasta 25 años para pagar.

8 000 créditos del IESS
Para agilitar el traspaso,   el IESS eliminó la obligación que tenían los asegurados de obtener en la institución financiera el número de la operación.
Lo único que los  afiliados deben obtener en los bancos es el certificado de liquidación del crédito. Pero tampoco esto camina, mientras no se aclare la traba operativa. En entregas directas  de hipotecarios, el IESS ha concedido 8 000 hipotecarios.  

Datos  del IESS señalan que desde el inicio del proceso hasta ahora ha recibido 800 peticiones de traspaso por USD 25 millones. La expectativa para este año es traspasar al menos 3 000 créditos.

Sin embargo, no hay un solo desembolso. Ejemplos: Enrique Gómez, padre de Grisela, acudió a las oficinas de Hipotecarios, en  la av. 10 de Agosto y  Estrada, y luego de esperar 20 minutos con el turno  23   fue atendido.  El quiteño, de 70 años, consultó al asesor de crédito si su hija ya podía traspasar el crédito. La respuesta fue que no.

Rosaura Yalamá tampoco puede hacerlo. La quiteña adeuda USD 15 000 al Banco  Pichincha. Cada mes cancela  165 y aún le quedan siete años por pagar. “Me enteré que en el IESS sacaría hasta a 20 años y con intereses bajos, pero no me  responden. Dicen que tengo que esperar, porque no saben cómo operativizar esto”.

Los bancos, mutualistas y el IESS no se ponen de acuerdo en cómo hacer ese traspaso. La banca pide que el Seguro primero transfiera el valor del crédito que van a liberar, pero el IESS dice que no puede hacerlo mientras los préstamos no estén en sus manos.

El presidente  de la Asociación de Bancos Privados, César Robalino, reconoce la traba y advierte que la “dificultad operativa” la creó el Seguro”. El  secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Mutualistas, Julio Dobronsky, lamenta que el mecanismo esté “lleno de trámites burocráticos y engorrosos”. “En ningún momento hemos puesto obstáculos a los pocos clientes que se han acercado a solicitar información”. Indica que hasta el momento las mutualistas no han realizado ninguna transferencia de hipotecarios.

Ramiro González, presidente del Consejo Directivo del IESS, señala que la valoración del hipotecario dura de 45 a 60 días y “estamos todavía en papeleos”.

“Todavía estamos en proceso de valoración. Los bancos no quieren ceder la cartera y nosotros lo vamos a hacer. Les vamos a pagar y ellos no pueden decir no a un cliente que diga aquí está la plata”. Según González, la banca, en un inicio, no quiso dar la clave (para tramitar el traspaso), “pero ya no la necesitamos”.

La intención de Grisela Gómez es pasar, de la banca al Seguro,  USD 70 000 a 25 años plazo, pero por la negativa dice que se quedará con la deuda en el banco.

César Robalino, quien representa a 25 entidades financieras en  el país, sostiene que en este caso la única solución que tienen los interesados en esta operación es precancelar toda la deuda con bancos o mutualistas y pedir al IESS un nuevo préstamo.

Para superar este obstáculo, el coordinador de la Unidad de Créditos Hipotecarios del IESS, Gustavo Abdo, adelanta que se está estructurando una garantía que recibirán los bancos para que  cobren el dinero, máximo en 30 días. “Hay entidades que no aceptan y otras que sí. No es que vamos a quedar debiendo o que firmen y no les paguemos. Eso no es así”.

El gerente financiero de Mutualista Pichincha, Juan Carlos Alarcón, indica que se trabaja en conjunto para llegar a un entendimiento. “Estamos prestos a apoyar este proceso y hemos aportado con ideas. Pero es indispensable que para ceder la propiedad de un crédito obtengamos primero la cancelación del mismo”.

La afiliada Rosaura Yalamá sostiene que todo es un engaño, pues   se anunció con “bombos y platillos el traspaso, pero nada”. Hace dos años ella adquirió un departamento en el barrio La Ofelia (norte de Quito) y su esperanza de pasar la deuda al IESS era bajar el valor de las cuotas mensuales.

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