El tranvía de Cuenca tiene cuatro temas pendientes

FOTOS: Xavier caivinagua / para el comercio En el patio-taller del tranvía se realizan los ajustes técnicos y operacionales de las máquinas traídas desde Francia.

FOTOS: Xavier caivinagua / para el comercio En el patio-taller del tranvía se realizan los ajustes técnicos y operacionales de las máquinas traídas desde Francia.

FOTOS: Xavier caivinagua / para el comercio
En el patio-taller del tranvía se realizan los ajustes técnicos y operacionales de las máquinas traídas desde Francia.

Los retrasos en la obra civil, los ajustes en los diseños, la definición del costo del pasaje y los USD 35 millones faltantes para las obras complementarias son los temas pendientes que tiene el tranvía de Cuenca.

En noviembre del 2016 se cumplirán tres años del inicio de la construcción del moderno sistema de movilidad, que debía operar en el 2015. Pero hasta la fecha se han realizado tres ajustes al cronograma general de la obra civil y el avance es menor al 80%.
En el contrato del material rodante no hay convenientes. Los 14 tranvías están en el patio-taller de Cuenca y en proceso de ajustes técnicos, aunque tampoco está seleccionado el personal que operará las modernas máquinas.

El nuevo plazo acordado para entregar las obras civiles es mayo del 2017. Pero Catalina Palacios, veedora del proyecto, cree que el contratista tampoco cumplirá porque hay tramos como el de Milchichig, en el norte de la ciudad, que se abrió hace más de dos años. Ahora está abandonado.

De los 11 kilómetros que tiene la ruta tranviaria de sur a norte, cada tramo en ejecución tiene plazos establecidos, pero ninguno cumplió con los cronogramas. La mayor queja ciudadana se concentra en el Centro Histórico, donde confluyen más de 800 negocios entre hoteles, restaurantes, almacenes, farmacias, imprentas…

Por las presiones de los afectados, el alcalde Marcelo Cabrera analiza una salida radical: la terminación unilateral del contrato con la Empresa Pública Vasca, que para este proyecto adoptó el nombre de Consorcio Cuatro Ríos. Ellos tienen a su cargo las obras civiles y la plataforma tranviaria por USD 72,3 millones.

Según Romeo Moncayo, director del proyecto, hasta el pasado viernes se había cancelado alrededor de USD 50 millones. “Estamos al día. No hay deudas pendientes y no hay razón para los retrasos”.
El sábado pasado, Cabrera recorrió 34 calles del trazado de la ruta, desde el sector de la Feria Libre hasta la céntrica Gran Colombia y Borrero. En ninguna cuadra escapó de las quejas ciudadanas por las obras abandonadas, ausencia de obreros, negocios quebrados, accidentes de personas, inseguridad… Hasta los obreros del Consorcio denunciaron que están impagos un mes.

En ese recorrido también estuvo Miguel Moreno, del Consorcio Cuatro Ríos, quien está al frente de las obras, pero no dio razones de los retrasos.

Según Catalina Palacios, en la veeduría se estableció que el tranvía empezó con retrasos y que a esto se sumaron los tiempos de las consultas a Francia, quienes realizaron los estudios de factibilidad, por los ajustes de algunos diseños y las obras complementarias que se realizaron en la marcha.

Por ejemplo, la céntrica calle Gran Colombia que estaba diseñada con la separación de barreras longitudinales se cambió a plataforma única, sin veredas. Y en Milchichig se cambiará el tipo de muros para garantizar la seguridad del aeropuerto Mariscal La Mar que colinda con el tranvía.

También se hicieron estudios de los puentes, profundización de la matriz de alcantarillado en varios tramos… “No hemos cambiado diseños, dijo Moncayo, ajustamos los estudios porque algunos estaban incompletos”.

Según Moncayo, el proyecto tenía una ingeniería básica, que debía ser corregida y ajustada para dar seguridad al resto de obras. Esos cambios incrementaron otros USD 35 millones al proyecto inicial aprobado en USD 231.5 millones.

Ese faltante no tiene el Municipio y el Gobierno central, quien financia el 80% de esta obra, negó un nuevo aporte. El alcalde Cabrera dijo que hasta diciembre decidirá cómo y de dónde vendrá ese dinero.

Otro tema pendiente es la tarifa del pasaje. El estudio de factibilidad determinó que el proyecto era sustentable con la tarifa actual del transporte urbano de 25 centavos. Con esa recaudación cubrirían los costos operacionales y el pago de la deuda de USD 51 millones que asumió el Municipio por este proyecto.

Para la directora financiera del Municipio, María Fernanda Vintimilla, hay que contratar nuevos estudios porque la tarifa no está actualizada.

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