Transportistas de compañías intracantonales de los tres valles del Distrito Metropolitano de Quito llegarón hasta la Plaza Grande para intentar hablar con las autoridades del Municipio respecto a los pasajes. Foto: Betty Beltrán / EL COMERCIO
“Si hoy el Alcalde no nos da una respuesta sobre el incremento de los pasajes, paralizaremos el servicio de transporte intracantonal”. Con esa frase comenzó este martes, 31 de mayo, el segundo plantón de los cooperantes de las 11 compañías intracantonales de los tres valles del Distrito y que están regentadas por la Secretaría de Movilidad.
A las 08:30 comenzaron a llegar los transportistas con pancartas y aparatos de audio. Todos se ubicaron a un costado en la Plaza Grande, frente al Municipio, para hablar “frente a frente con el alcalde Rodas”, según decían.
Juan Carlos Ortega, presidente de la Compañía Expreso Antisana, indicó que “si la Secretaría de Movilidad no da oídos a su pedido de incremento de pasaje se allanarán a la banda tarifaria que dispuso, en el 2012, la Agencia Nacional de Tránsito a escala nacional”. Es decir, que la parada mínima que actualmente está en USD 0,25, subiría a USD 0,30.
A las 09:30 la acera de la Plaza, frente al Municipio, se llenó de transportistas. En ese grupo estuvo Víctor Pozo, presidente de la Flota Pichincha.
El dirigente también subrayó que si el Alcalde no atiende el pedido, paulatinamente pararán las unidades. Dijo que no pueden prestar servicio con una tarifa desigual.
A su entender, es injusto que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) ya haya elevado en marzo las tarifas a nueve cooperativas del valle de Los Chillos regentadas por ella y que, en cambio, el Municipio no hiciera lo mismo con sus supervisados.
Un grupo de policías metropolitanos pidió a los transportistas que apague sus altoparlantes, “que las autoridades municipales sí les iban a recibir”. Pero los cooperados no hicieron caso.
Mientras, en las entradas al Municipio, un fuerte contingente de municipales y policías nacionales está custodiando los accesos.
Aproximadamente a las 10:00 y por alrededor de 20 minutos, los manifestantes cerraron un tramo de la calle Venezuela. Y los policías antimotines, tras dialogar con los dirigentes, lograron dispersarlos.
Mientras conversaban a un costado del Municipio con el concejal Carlos Páez, sus bases dejaron libre la vía y aguardaron en las aceras de la Plaza.
Sin embargo, al ver que ninguna autoridad municipal se pronunció para recibirles, los transportistas volvieron a cerrar un tramo de la calle Venezuela y se escuchaba: “Ni un paso atrás”.