El astronauta estadounidense Tom Jones escribió el año pasado una carta al expresidente George W. Bush, en un intento por evitar que mantenga en funcionamiento a los transbordadores espaciales.
Jones es un investigador a tiempo completo y coautor del libro de astronomía ‘Planeteología: Descubriendo los Secretos del Sistema Solar’ .
En el espacio
Este astronauta colaboró en el procesamiento de algunas imágenes enviadas por el telescopio espacial Hubble. Desde hace un par de años, está dedicado a la divulgación científica y actualmente es miembro del Panel Editorial de Asesores de la revista Mecánica Popular.
Richard Nixon fue el presidente que impulsó el desarrollo del transbordador. Pidió el diseño de una nave que sea capaz de regresar a la Tierra, aterrizando con suavidad y relanzada de nuevo para otras misiones. Las revistas Popular Mechanics y Science publicaron un resumen de la carta ahora que se cumplen cuatro décadas de la llegada del Apolo a la Luna.
“Hace 40 años, los astronautas del Apolo 11 cambiaron su curso encendiendo durante varios segundos un cohete que afinó su puntería a 1, 11kilómetros por encima de la Luna.
Con su plan presupuestal de 2010, realizó una corrección al curso de la NASA, al aumentar la financiación de la agencia un
9% y alcanzar los USD 18 700 millones.
Actualmente la NASA lucha contra una constelación de retos importantes. Estas son las medidas que su gobierno y los que vendrán deberían tomar para mantener en la trayectoria correcta al programa espacial de los Estados Unidos.
Por favor, resista la presión para retrasar el retiro de los transbordadores. El primer vuelo del transbordador ocurrió hace casi 30 años y, aunque por sus dos accidentes fatales les realizaron mejoras en el diseño, todavía es un vehículo riesgoso.
Las grietas encontradas en tres válvulas de control de hidrógeno retrasaron el lanzamiento del Discovery el invierno pasado por casi un mes.
Aunque es versátil, esta nave también es muy frágil y cada tripulación conoce su riesgo: cualquier falla seria en un lanzamiento o entrada podría resultar fatal.
A los rusos, con un futuro espacial atado a la operación de la Estación Espacial, les interesaría mantener operativas las del Soyuz para los astronautas americanos, hasta cuando el Orión por fin despegue en 2015.
Sí, extrañaremos al transbordador, pero su operación genera costos que están por arriba de los USD 3 000 millones anuales.
El dinero liberado por su jubilación debería ir directamente a la construcción de naves más seguras como las cápsulas Orión.
Estos vehículos nos llevarían más allá de la órbita baja de la Tierra, hacia la profundidad del espacio, allí donde el veterano transbordador no podría llegar.
Ordénele a la NASA que concluya sus planes de utilizar a la industria privada para enviar cargamento a la estación espacial. El dinero ahorrado gracias a las licitaciones por esos servicios de carga puede emplearse en la exploración. Tener compañías estadounidenses en la plataforma de lanzamiento es también la manera más rápida de eliminar nuestra inminente dependencia de los cohetes rusos para transportar carga y tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Si los servicios de carga son confiables y asequibles, la NASA también podría contratar naves espaciales que ofrezcan a los astronautas un viaje económico a la estación espacial.
Mande a nuestros exploradores no sólo a la Luna.
Las misiones del Orión a los asteroides más cercanos cosecharán nuevos descubrimientos científicos, abrirán valiosos recursos espaciales y ofrecerán conocimientos para protegernos de impactos cósmicos.
Los próximos gobiernos de Estados Unidos deben decirle al público que el espacio no sólo se reduce a la ciencia, sino que también implica la exploración por recursos y energía, al crear nuevas industrias y encontrar una oportunidad económica.
Debería enfatizar el mensaje de que invertir en la tecnología espacial mantendrá a nuestros ingenieros y científicos con mentes agudas y capaces.
Generaciones de estadounidenses encontraron la prosperidad y forjaron el futuro de nuestra nación en la frontera.
Mire a nuestros jóvenes y dígales que necesitamos exploradores. Dígales que Estados Unidos está dejándo a los científicos explorar la Luna, los asteroides y el Sistema Solar. Ese mismo equipo puede conquistar desafíos terrestres de energía, protección del ambiente y competencias de tecnología . (Tomado de las revistas de divulgación Science y Popular Mechanics)