Las obras se reanudaron el 18 de diciembre a cargo del consorcio francés ACTN, que es el nuevo constructor del proyecto. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Las obras civiles del tranvía de Cuenca se reanudaron el lunes, 18 de diciembre del 2017, tras 11 meses de suspensión. Esa paralización generó destrucción en los trabajos ejecutados anteriormente.
El 5 de este mes, el alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera, firmó el contrato con el consorcio francés ACTN para la terminación de las obras civiles por USD 48,1 millones. Con ese monto y otros pagos adicionales, el costo del proyecto, que debía funcionar desde el 2015, subió de USD 232 millones a 282 millones.
Las obras que deberá ejecutar ACTN son el reforzamiento de los puentes sobre los ríos Yanuncay y Tomebamba. Además, la construcción del muro, puente y plataforma en Milchichig (norte de la ciudad), que es la zona donde aún no se realiza ni la remoción de tierra.
Se incluyen la implementarán de paradas, semaforización a lo largo de los 21 kilómetros de la ruta entre ida y retorno y obras de acabados en el patio taller. El cronograma fija un plazo de 300 días, pero no especifica sobre la reposición de material en sitios destruidos por el abandono.
A lo largo de las intersecciones de la avenida Gran Colombia, en la ruta que pasa por el centro, el material de los bordillos -que colinda con los rieles– se desprendió y una parada está en malas condiciones en la avenida De las Américas, en el sur de la urbe.
También, están destruidas algunas bases de plástico, que sirven de protección y seguridad para los peatones.
Al concejal Iván Granda, los técnicos del Municipio le explicaron que es un concreto de baja calidad, que se colocó solo para proteger momentáneamente algunos espacios del paso de los vehículos, pero que al final será removido y colocado otro tipo de material.
Para confirmar estos detalles y hacer seguimiento del avance de las obras que ejecuta el consorcio francés se incorporará una veeduría con delegados de la Cámara de Comercio y de los colegios de Arquitectos e Ingenieros. “Ellos darán las alertas”, señaló Granda.
Los dueños de los negocios y viviendas, ubicados a lo largo de la ruta, tienen otra veeduría. El lunes estuvieron en los dos sitios de la avenida De las Américas donde se reanudaron las obras. Mostraron un calendario gigante para contar el reinicio de las actividades.
Para la concejala Dora Ordóñez, las obras deterioradas podrían subir el monto adjudicado y alargar los plazos. Por eso, ayer solicitó a los administradores del proyecto el cronograma para conocer los detalles de las obras contratadas, porcentajes de avances y cómo se harán los desembolsos.
Según ella, el contrato establece que cualquier obra adicional que se requiera será pagada de forma complementaria. Por ejemplo, si se identifica el cambio de redes subterráneas en algún sitio o la reposición de material en otro, las planillas que se deben pagar aumentarán, al igual que el plazo, dijo Ordóñez.
También, le preocupa la vida útil de los vagones, que se estima en 15 años. Los 14 vehículos tienen dos años en el país y “por más que no estén circulando su vida útil se acorta. Los sistemas eléctrico y de amortiguamiento pueden ser afectados por estar parados”.
Para avanzar con las pruebas dinámicas de los vehículos, ayer se reiniciaron las obras en la avenida De las Américas, entre los puentes sobre los ríos Yanuncay y Tomebamba. Allí se retiran los escombros y se hacen ajustes en el hormigón, para luego colocar los rieles faltantes en 300 metros.
Según la directora del proyecto, Mónica Quezada, es importante concluir con ese trabajo para empatar la avenida De las Américas con la calle Gran Colombia. Esta última vía conecta al Centro Histórico, donde está instalada una parte importante de rieles.
“Eso nos permitirá avanzar en las pruebas programadas con los trenes hasta el Centro Histórico y mantener un control de trabajo”, dijo Quezada.
Cita, una empresa francesa, instalará el material rodante e implementará la tecnológica.
En octubre pasado y dentro de un proceso de mediación, el Municipio acordó pagar USD 8,7 millones a Cita para que continúe con este trabajo mientras concluyan las obras civiles. Esta firma demandó ese pago, porque el retraso no le ha permitido concluir con su contrato firmado por tres años.
Durante esta semana, el personal técnico del consorcio y de la unidad ejecutora se reunirá para definir los detalles para ingresar progresivamente a los otros frentes. De acuerdo con las prioridades establecidas, luego se pasará al sector de la 9 de Octubre y Chola Cuencana, en el centro de la ciudad y Milchichig (norte).
Los trabajos en Milchichig demandarán más tiempo porque está pendiente, desde la remoción de tierra hasta la construcción de muros.