Personas caminan por una vía afectada por un derrumbe debido a fuertes lluvias hoy, jueves 5 de octubre de 2017, en la zona del Llano en Alajuelita al sur de San José (Costa Rica). Foto: EFE
Al menos 22 muertos, 12 desaparecidos y miles de damnificados se reportaron este jueves, 5 de octubre, en Nicaragua, Costa Rica y Honduras a causa de la tormenta tropical Nate y las intensas lluvias asociadas a un sistema de baja presión, de acuerdo a datos oficiales preliminares.
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), Nate se mueve hacia el noroeste y también podría impactar con lluvias la península de Florida, Estados Unidos, donde el gobernador Rick Scott declaró este jueves (5 de octubre ) el estado de emergencia en 29 de sus 67 condados.
El Gobierno de Costa Rica decretó emergencia nacional a causa de la tormenta,que causó inundaciones graves en la provincia de Guanacaste (norte) y dejó a unos 5 000 damnificados alojados en 80 albergues.
La Cruz Roja y la Policía costarricense reportaron siete personas muertas en distintas zonas del país, entre ellos dos nicaragüenses fallecidos por un derrumbe al este de la capital.
Nate,que azotó el litoral oriental de Costa Rica, Nicaragua y Honduras, se formó este jueves a partir dela depresión tropical 16 en el Mar Caribe. Centroamérica ya estaba afectada por lluvias asociadas a un sistema de baja presión en el Océano Pacífico.
Las inundaciones en Costa Rica castigaron particularmente a la provincia de Guanacaste, zona turística fronteriza con Nicaragua, donde la televisión local mostró imágenes de personas caminando con el agua hasta la cintura y viviendas anegadas.
La situación obligó al Gobierno a suspender las clases y a decretar asueto en las instituciones públicas. Varias aerolíneas cancelaron vuelos en el aeropuerto internacional Juan Santamaría, si bien la terminal aérea continuaba operando.
El Gobierno también ordenó el cierre temporal de la frontera con Nicaragua, unos 300 kilómetros al norte de San José, para evitar riesgos a las personas en el puesto limítrofe de Peñas Blancas.
En tanto, en Nicaragua el Gobierno confirmó la muerte de 11 personas, tres de las cuales fallecieron esta tarde (local) en un accidente en la norteña provincia de Estelí. Otras siete están desaparecidas, informó la vicepresidenta Rosario Murillo.
Murillo dijo que Nate causó graves inundaciones y daños en puentes y carreteras en 11 de las 16 provincias del país, afectando a 124 barrios y comunidades, donde dejó cientos de viviendas anegadas, 27 con daños parciales o totales y 52 en riesgo de colapso, según datos preliminares oficiales.
Informó que la provincia más afectada es Rivas (sur) con más de 400 viviendas inundadas. Además, el tráfico quedó bloqueado en más de 30 tramos de carreteras y al menos 14 comunidades de seis provincias están aisladas.
Según Murillo, unas 800 personas fueron evacuadas de los Cayos Misquitos, archipiélago frente al litoral norcaribeño, por donde “Nate” cruzó este jueves con vientos de tormenta tropical de hasta 65 kilómetros por hora.
Otras 425 personas, cuyas casas quedaron anegadas, se autoevacuaron en distintas zonas de Nicaragua, agregó. El Gobierno mantiene una alerta amarilla en todo el país y ha suspendido las clases a todos los niveles hasta el próximo lunes, precisó la vicepresidenta y primera dama.
Mientras, en Honduras, la cifra de fallecidos aumentó a cuatro, después de que dos personas murieran ahogadas hoy en el balneario El Salto, situado en el municipio de Goascorán, en el departamento de Valle, donde otras tres personas están desaparecidas.
A ellos se suman dos muertos y dos desaparecidos reportados antes de la llegada de Nate a Honduras y como resultado de las fuertes lluvias que han afectado a este país en los últimos días, dijeron fuentes oficiales.
“Estamos en un trabajo de búsqueda en Goascorán, donde la crecida del río sorprendió a un grupo de personas”, expresó Lisandro Rosales, comisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
La Copeco mantiene la alerta amarilla para los departamentos de la costa norte de Honduras y alerta verde para los del centro. Las alertas amarilla y verde implican que las autoridades deben disponer sus fuerzas y recursos en función de atender las emergencias.