El excéntrico jefe de AirAsia afronta su primera crisis

El director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes, afronta su primera crisis mayor con la desaparición este domingo de un Airbus con 162 personas a bordo. Foto: Manan Vatsyayana/AFP.

El director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes, afronta su primera crisis mayor con la desaparición este domingo de un Airbus con 162 personas a bordo. Foto: Manan Vatsyayana/AFP.

El director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes, afronta su mayor crisis con la desaparición de un Airbus con 162 personas a bordo. Foto: Manan Vatsyayana/AFP.

El director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes, magnate malasio que convirtió, en una década, a una pequeña compañía con problemas en un líder del low-cost en Asia, afronta su primera crisis mayor con la desaparición este domingo de un Airbus con 162 personas a bordo.

AirAsia se considera la pionera de una revolución en las aerolíneas del sureste asiático y tuvo un crecimiento espectacular desde su compra en 2001 por este excéntrico hombre de negocios al que se suele comparar con el fundador británico del grupo Virgin, Richard Branson.

“Gracias por vuestros pensamientos y vuestras oraciones. Debemos ser fuertes”, escribió en Twitter, mientras se dirigía a Surabaya, en el este de la isla de Java, de donde es originaria la mayoría de los pasajeros.

“Mis únicos pensamientos van a los pasajeros y a mi tripulación”, añadió.

Antiguo vicepresidente de Time Warner en la región, tras haber trabajado para Virgin en los años 1980 (según su biografía en la página web de AirAsia), Fernandes, de 50 años, tiene una fortuna de USD 650 millones (530 millones de euros), según la revista Forbes cuya edición asiática lo nombró hombre de negocios del año 2010.

“Todo el mundo puede volar” 

Fernandes, que suele preferir los vaqueros y la gorra a los trajes y las corbatas, es un hombre de retos que, en 2001, compró por un ringgit simbólico AirAsia, una compañía moribunda, que contaba con dos aviones y tenía una deuda de 11 millones de euros. Para inyectar dinero fresco en la compañía, hipotecó su casa.

Los atentados del 11 de septiembre amenazan entonces al sector aéreo y poca gente cree que sea capaz de cosechar éxitos.

“Ahora todo el mundo puede volar”, dice, sin embargo, el lema elegido por el antiguo empleado de Virgin Communications para su compañía aérea.

Pronto la convierte en una aerolínea relevante en el sector aéreo asiático, con beneficios al alza y rutas que se extienden al mundo entero.

La compañía dispone ahora de más de 120 Airbus A320 y es uno de los mayores clientes del grupo aeronáutico europeo. Pidió más de 350 aviones para entrega de aquí a 2026 y ganó numerosas recompensas en el mundo entero.

“Esto supone una gran conmoción para nosotros y estamos abatidos al ver lo que pasó. Es increíble”, declaró Fernandes ante la prensa a su llegada a Surabaya.

El experto en aviación Shukor Yusof considera que su espíritu empresarial le permitirá superar esta crisis.

“Este incidente no va a afectar el espíritu empresarial de Fernandes. Es un incidente triste. AirAsia sigue siendo una aerolínea de bajo coste sólida. Creo que la gente apoyará AirAsia”, asegura el experto de Endau Analytics.

El empresario, que tiene orígenes indios y portugueses, está casado y tiene dos hijos.

El jefe de AirAsia también es famoso por sus inversiones deportivas. Es, por ejemplo, el principal accionista del club de fútbol inglés de los Queens Park Rangers.

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